Malala pide protección para la minoría musulmana en Birmania
EFE
La joven paquistaní Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz 2014, pidió hoy a la líder de facto del Gobierno birmano, Aung San Suu Kyi, que haga esfuerzos para proteger a la minoría musulmana en Birmania (Myanmar), los rohinyas.
En unas declaraciones a la BBC divulgadas hoy, Malala, que sobrevivió a un ataque de los talibanes en Pakistán hace unos años, dijo que el mundo no puede guardar silencio y pidió a San Suu Kyi, también premio Nobel de la Paz, que defienda a los rohinyas.
Esta minoría vive una ola de violencia en el oeste del país desde hace casi dos semanas y en los incidentes se estima que han muerto 414 personas y 172.000 han sido desplazadas.
«No podemos guardar silencio ahora. El número de personas que han sido desplazadas es de cientos de miles», dijo Malala, quien pronto empezará sus estudios de Política en la Universidad de Oxford.
«Creo que no podemos imaginar por un segundo lo que debe ser cuando tu ciudadanía, tu derecho a vivir en un país es denegado. Este debería ser un problema de derechos humanos. Los Gobiernos deberían reaccionar a ello. La gente está siendo desplazada, afronta la violencia», agregó la joven en declaraciones en Oxford.
«A los niños se les niega la educación, no se les da derechos básicos y viven en una situación de terrorismo. Cuando hay tanta violencia alrededor tuyo es extremadamente difícil», añadió.
«Necesitamos despertar y responder a esto y yo espero que Aung Sang Suu Kyi responda a esto también», subrayó.
Malala, que vive en el Reino Unido desde hace varios años, hace una intensa campaña en favor de la educación de las niñas en los países más pobres del mundo.
El conflicto en el oeste de Birmania (Myanmar) rebrotó el pasado agosto cuando un millar de efectivos pobremente armados del Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) asaltó una veintena de puestos gubernamentales en el estado Rakhine (antiguo Arakan).
Otras 123.000 personas de la etnia musulmana rohinyá, no reconocida por las autoridades birmanas, han cruzado la frontera de Bangladesh huyendo de la violencia, según los datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Desde el inicio de los enfrentamientos el ARSA y las Fuerzas Armadas se intercambian acusaciones sobre violaciones de los derechos humanos.