Maduro toma la delantera en corta carrera hacia presidenciales en Venezuela
EFE
El presidente de la República, Nicolás Maduro, ha tomado la delantera en el camino hacia las elecciones presidenciales que el país celebrará antes de mayo, al anotarse de primero en esta carrera, cuyo ganador se definirá en el lapso que anhelaba el chavismo y temía la oposición.
Apenas la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) decretó que los comicios se celebrarán más tardar el 30 de abril, Maduro puso su nombre a la orden del partido de Gobierno, que tiene una poderosa maquinaria electoral con la que espera contar para aspirar a la reelección.
Aunque bajo su Gobierno el país entró en una profunda crisis económica, caracterizada por una escasez generalizada e hiperinflación, tanto oficialistas como oposición coinciden al percibir como ventajoso para el jefe del Estado que las votaciones se efectúen cuanto antes.
El anuncio de la ANC toma a la oposición sin un candidato único, con casi todos sus principales dirigentes encarcelados, asilados en otros países o inhabilitados políticamente, mientras que a diario se conocen nuevas discrepancias entre las formaciones de su coalición, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
En cambio el oficialismo viene de ganar de manera arrolladora las últimas dos elecciones (gobernadores y alcaldes), aunque el grueso de la oposición no participó en los últimos comicios tras denunciar el accionar «fraudulento» del poder electoral, al que acusa de actuar a favor del Gobierno.
Para evitar estas ventajas, la oposición decidió acudir a un proceso de diálogo con el Gobierno que inició el 1 de diciembre en República Dominicana con la participación como garantes de los cancilleres de Chile, México, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Bolivia, y del país anfitrión.
El tema neurálgico de estas conversaciones es la elección presidencial, una prueba con la que el oficialismo espera asegurar la continuidad de la llamada revolución bolivariana y que la oposición ve como una oportunidad de oro para sacar del poder al chavismo que gobierna el país petrolero desde 1999.
Tras cuatro sesiones de negociaciones la fecha de las presidenciales seguía sin acordarse porque las partes difieren en el tiempo que pasaría desde la convocatoria hasta la celebración de los comicios, aseguró a Efe el negociador opositor Luis Florido.
El chavismo pujaba para un lapso no mayor a cuatro meses, mientras la oposición hablaba de 180 días, tiempo que le bastaría, según sus cálculos, para lograr cambios en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y escoger un candidato unitario, que debía empezar a recorrer Venezuela para acumular respaldos y notoriedad.
Pero la decisión de la ANC, conformada solo por chavistas y no reconocida por buena parte de la comunidad internacional, provocó la renuncia al proceso de diálogo del canciller mexicano, Luis Videgaray, y el repudio de varios gobiernos que hasta ese momento respaldaban las conversaciones.
Con la continuidad de las negociaciones en entredicho, la oposición tiene cuesta arriba la posibilidad de lograr otro punto de la agenda que consideraba vital para acudir a las urnas: la observación internacional de las votaciones y la renovación de las autoridades del CNE.
Asimismo, la oposición parece no tener poder de convocatoria para movilizaciones de calle tras cuatro meses de protesta en 2017 que se saldaron con más de 120 muertos y que terminaron con la elección de la Constituyente, lo que desanimó a su militancia.
Mientras tanto, Maduro cuenta hoy con el Carné de la Patria, un censo creado por él en el que supuestamente están inscritos más de la mitad de los votantes del país y que, ha dicho, es la principal herramienta de movilización electoral de la Revolución Bolivariana.
Para estimular a los inscritos, el Ejecutivo aprobó recientemente bonos mensuales para unos 10 millones de censados (ancianos, personas con discapacidad, embarazadas, estudiantes), y les ha prometido incrementar sus ingresos conforme avance el año y se mantenga el chavismo en el poder.