Maduro se enfrenta a su prueba más dura en las legislativas de diciembre
Caracas, Venezuela | AFP | El presidente Nicolás Maduro, se enfrentará el próximo 6 de diciembre a su prueba más dura con las recién convocadas elecciones legislativas, en las que la oposición parte como favorita.
Con su anuncio de que los comicios se celebrarán «el próximo 6 de diciembre», la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, puso fin a los reclamos de la oposición y políticos extranjeros, que aseguraban que el retraso en la publicación del cronograma electoral era parte de una artimaña oficialista.
Incluso llegaron a insinuar que no se celebrarían elecciones para renovar la Asamblea Nacional.
«El CNE no trabaja bajo presión», sentenció Lucena, quien denunció una campaña de «descrédito» de opositores contra su institución.
Según las leyes venezolanas, una nueva Asamblea(unicameral) debe instalarse durante los primeros días de enero de 2016, lo que obliga a realizar la elección este año. Pero no hay un plazo legal mínimo estipulado para la convocatoria.
En un comunicado, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), único organismo internacional convocado por el CNE como «acompañante electoral», aseguró que con los comicios «el pueblo venezolano tiene abierto el camino para resolver sus diferencias por la vía democrática».
Mientras, en Twitter el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ofreció los «servicios de observación electoral» del organismo.
El expresidente colombiano Andrés Pastrana (1998-2002), quien ha viajado a Caracas para pedir la liberación del dirigente Leopoldo López, pidió en Twitter que los comicios tengan veeduría de la OEA, y sostuvo que la huelga de hambre del político y sus seguidores «no fue en vano».
«Día de victoria»
«¡Ya tenemos fecha! ¡Ya tenemos día de victoria para nuestro pueblo! A sumar esta nueva cita a las fechas históricas», dijo Maduro en un pomposo acto con los candidatos oficialistas celebrado después del anuncio del cronograma.
Maduro suele jactarse de la gran cantidad de procesos electorales que ha habido en los últimos años en la polarizada Venezuela como una muestra de la salud de la democracia. De un total de 19 elecciones, el chavismo ha ganado 18.
«Ya por fin se tiene fecha elecciones! Ahora más que nunca #UniónYCambio Cada venezolano tiene la fuerza para lograrlo!», escribió por su parte Henrique Capriles, excandidato presidencial de la oposición y actual gobernador del rico y populoso estado de Miranda (norte).
Desde el 24 de mayo, Leopoldo López, líder del ala radical de la oposición, mantiene una huelga de hambre como mecanismo de presión para que se fijara la fecha de las elecciones, entre otros puntos.
A la huelga de López, encarcelado desde hace 16 meses en una prisión militar acusado de incitar a la violencia en protestas antigubernamentales entre febrero y mayo de 2014, se le sumaron recientemente varios activistas, aunque algunos de ellos apuntan que la fecha de las elecciones no es lo fundamental en sus reclamos.
López no reaccionó aún al anuncio de la autoridad electoral.
«Este ha sido un primer logro, un primer avance, pero todavía queda la libertad de los presos políticos», declaró Freddy Guevara, coordinador nacional de Voluntad Popular, el partido de López.
Guevara informó que su partido anunciará pronto si López y los demás activistas levantan o no la huelga de hambre.
Oposición favorita
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que celebró elecciones primarias el pasado 17 de mayo, llevaba varias semanas exigiendo que se anunciara la fecha de las elecciones.
Según una encuesta de la firma Datanálisis divulgada en abril, el oficialismo -cuyas primarias serán el próximo domingo- perdería por primera vez desde 1999 la mayoría en la Asamblea, porque sólo alcanzaría 25% de los votos, frente al 45,8% de la oposición.
El mismo estudio -filtrado a la prensa- revela que la aprobación de Maduro se ubicaba en 28,2%.
El número dos del chavismo y presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, propuso este lunes que los candidatos del oficialismo que resulten elegidos en las primarias se comprometan de antemano a renunciar en caso de que «traicionen la revolución»
En 2010, año de los últimos comicios parlamentarios, las fuerzas partidarias del entonces presidente Hugo Chávez obtuvieron más curules aunque con menos votos que los partidos opositores.
El chavismo, al que sus adversarios critican por uso excesivo de recursos públicos en sus campañas electorales, se enfrenta a una nueva elección con una abrupta caída de ingresos petroleros y una disparada inflación y escasez de productos básicos, lo que genera gran descontento popular.
«El chavismo nunca ha enfrentado una elección más difícil que esta», escribió en Twitter el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León.
«Veremos también acciones populistas en materia económica para bajar la tensión de la crisis en la población», aseguró León, que agregó que la única posibilidad de éxito de la oposición «es resistir los embates sin dividirse ni desenfocarse».
En el proceso se elegirá a 165 diputados. Actualmente, la Asamblea está compuesta por 99 diputados pertenecientes a organizaciones asociadas al chavismo, principalmente el Partido Socialista Unido de Venezuela. Los otros 66 son opositores.