Macron recibirá a Putin para limar asperezas
EFE
El presidente ruso, Vladimir Putin, viaja mañana, lunes, a París, donde será recibido por su homólogo, Emmanuel Macron, con el objetivo de limar las asperezas entre ambos países y entre ambos mandatarios.
Será la primera visita bilateral de Putin a Francia en cinco años y el primer jefe de Estado que Macron recibe en su país desde que entró en el Elíseo el 14 de mayo pasado.
La tensión diplomática entre ambos países se ha hecho cada día más evidente, marcada por las diferencias en las crisis de Ucrania y Siria.
Tampoco hay sintonía entre Macron y Putin, que durante la campaña no ocultó su preferencia por la candidata ultraderechista Marine Le Pen, a quien llegó incluso a recibir en el Kremlin.
En ese contexto, París y Moscú encontraron una excusa para limar asperezas en la exposición que el Palacio de Versalles organiza sobre el viaje que en 1717 hizo el zar Pedro I el Grande a Francia, que marcó el restablecimiento de las relaciones entre ambos países.
Putin y Macron inaugurarán juntos la muestra, tras haber mantenido un encuentro personal, un almuerzo acompañado de sus delegaciones y una conferencia de prensa conjunta.
En la agenda del encuentro figuran los asuntos más espinosos que han distanciado a ambos países.
Desde el Gobierno francés se repite el discurso que Macron mantuvo durante la campaña, el de la necesidad de dialogar con Moscú pero mostrándose firmes en lo referente a sus posiciones.
El propio presidente francés aseguró el sábado al término de la cumbre del G7 que será «exigente» con Putin, pero que es mejor mantener contactos con Moscú para hacer avanzar asuntos de la agenda internacional que no tenerlos.
Ucrania, que motivó las sanciones occidentales a Rusia tras la anexión de Crimea, sigue generando diferencias entre ambos países.
Una distancia que también se percibe en Siria, donde París es partidario de la salida Bachar al Asad, aliado de Moscú.
Macron consideró «un fracaso» de las democracias más desarrolladas que no estén influyendo en la transición de ese país, donde son Rusia, Irán y Turquía quienes llevan la voz cantante.
El futuro de la Unión Europea, las relaciones bilaterales entre ambos países, la lucha contra el terrorismo y otras crisis regionales, como Libia o Irak, forman también parte del menú de la visita.
Será también una oportunidad de acercamiento personal entre Macron y Putin, que solo tres días después de su llegada al Elíseo le telefoneó para felicitarle.
El presidente ruso apeló entonces a «superar la desconfianza mutua», que en Francia consideran que se ha instalado a base de sospechas contra el inquilino del Kremlin.
La campaña de Macron denunció ataques cibernéticos procedentes de Rusia y el candidato no dejó de atacar a algunos de sus rivales «fascinados por Putin» con quien, dijo, no compartir sus valores.
La visita en Francia del presidente ruso se acabará en París, donde visitará el nuevo centro ortodoxo levantado a orillas del Sena gracias a fondos de su país.
Un momento simbólico, puesto que Putin había previsto inaugurarlo en octubre de 2016, pero suspendió el viaje en medio de la escalada verbal ascendente con el entonces presidente francés, François Hollande, con el trasfondo de los bombardeos en la ciudad siria de Alepo.
Fue el punto culminante de la tensión entre ambos países que ahora tratan de superar Putin y Macron.
Para el presidente francés será, además, un nuevo paso adelante diplomático, tras haber estado con los otros grandes líderes mundiales en los últimos días en las cumbres de la OTAN de Bruselas y del G7 de Sicilia.