Macri destaca el «enorme aporte» que hizo la CIDH por la democracia argentina
EFE
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, destacó este viernes el «enorme aporte» que hizo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que su país pudiera «volver a vivir en democracia», tras la histórica visita que el organismo hizo hace 40 años durante la dictadura militar (1976-1983).
«Esa visita de 1979 y el posterior informe fueron emblemáticos para nuestra historia, porque echaron luz sobre años muy oscuros en nuestro país», dijo el mandatario durante un acto en conmemoración de aquel trabajo realizado por la CIDH, que investigó los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de facto.
En una ceremonia en la residencia presidencial de la localidad bonaerense de Olivos, que contó con, entre otras autoridades, la actual presidenta del organismo continental, Esmeralda Arosemena de Troitiño, el presidente argentino consideró que aquella visita marcó un «hito» en la «difícil recuperación del estado de derecho» en el país.
«Reconocer el enorme aporte que hizo la Comisión para que los argentinos podamos volver a vivir en democracia», sentenció Macri.
Del 6 al 20 de septiembre de 1979, la CIDH, dependiente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) visitó Argentina para investigar las denuncias recibidas por violaciones a los derechos humanos en el país, en un momento de fuerte represión por parte de la dictadura de Jorge Rafael Videla.
En esos días, el edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada, considerado el mayor centro de reclusión y tortura del régimen y donde unos 5.000 opositores fueron secuestrados y torturados y casi todos arrojados luego con vida al mar, fue parcialmente modificado ante la visita del organismo, con lo que se intentó borrar pruebas.
No obstante, durante la visita, los prisioneros en su mayoría fueron llevados temporalmente a una isla en el delta de San Fernando.
En su intervención de este viernes, Macri remarcó que «hacia el exterior» el informe que elaboró la CIDH «ayudó a abrir los ojos al mundo y mostrar lo que verdaderamente estaba ocurriendo en Argentina».
«Y hacia adentro fue una pieza clave para empezar a romper el silencio que había en gran parte de la sociedad, como siempre producto del miedo», subrayó.
«Hoy es una oportunidad para reflexionar sobre los esfuerzos que Argentina ha hecho para consolidar su democracia, una democracia que tiene casi 36 años de vida ininterrumpidos», consideró.
Para el jefe de Estado, los postulados de «memoria, verdad y justicia» siguen perdurando «como políticas de Estado», ya que «costó mucho empezar a sanar viejas heridas y divisiones».
Como oradores, en el acto también participaron la titular de la CIDH y la activista Graciela Fernández Meijide, a quien la dictadura secuestró a un hijo en 1977 e integró la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas con la llegada de la democracia.
«Fue una época muy dura (…) hoy puedo decir que fue una bisagra en la historia de la lucha de derechos humanos , de la propia CIDH y de nuestro país», dijo Meijide.
Por su parte, Arosemena de Troitiño afirmó que en seis décadas de trayectoria, la Comisión «ha marcado y transformado las vidas de miles de personas y comunidades»
«Hoy tengo el honor, como presidenta, de renovar de una manera manifiesta, expresa y contundente el compromiso de continuar cumpliendo con el mandato hemisférico de promoción, observancia y protección de los DD.HH.», aseveró.
Macri hizo especial mención a la estadounidense Patricia Derian (1929-2016), exsubsecretaria de Derechos Humanos del Gobierno de James Carter, por su papel «clave» al impulsar la visita de la CIDH y haber prestado testimonio en el juicio a las juntas militares de 1985.
También recordó la colaboración del Ejecutivo de EE.UU, que en los últimos años ha entregado archivos desclasificados de la dictadura.
«Necesitamos compromiso, acción, herramientas concretas para seguir consolidando nuestra democracia», completó el presidente, quien se presenta a la reelección electoral de octubre próximo.
«Estamos trabajando en una agenda ampliada de DDHH de cara al siglo XXI. Además de cuidar los derechos políticos y civiles, como la libertad y la libertad de expresión, debemos abocarnos al cumplimiento de los derechos económicos, culturales y sociales», enfatizó, así como el «acceso a la información transparente».
Por último, el mandatario repudió el terrorismo y espetó que los argentinos quieren «vivir en paz», respetando «al que piensa distinto y abrazando» la diversidad que los «caracteriza».