¡Luna de… terror! |Denunció que su esposa cayó al mar pero el FBI descubrió todo
Agencias
La paradisíaca luna de miel de la colombiana Isabella Hellman y el británico Lewis Bennet marcaba el punto soñado de una relación afianzada. Se conocieron a través de internet, ya habían tenido una hija y se casaron tres meses antes. Sin embargo, en medio del viaje por el Caribe, el marido llamó a la Guardia Costera para reportar la desaparición de su esposa por un supuesto accidente del catamarán en el que paseaban.
La denuncia desató una intensa búsqueda de la mujer, que resultó infructuosa. Pero nueve meses después, el caso dio un giro: el FBI arrestó por homicidio al cónyuge, luego de la revelación de varios hechos que apuntan a su responsabilidad en el incidente.
El viaje era el primero que realizaban tras el nacimiento de su hija. La pareja se trasladaba de Cuba hacia Miami, pero cuando pasaba cerca de Bahamas la embarcación comenzó a llenarse de agua. Según el relato del británico, de 41 años, un fuerte impacto con un objeto desconocido le hizo perder la conciencia. Cuando despertó, no había rastro de su esposa.
Sin embargo, las investigaciones realizadas en el catamarán desnudaban las falencias del testimonio. Por si fuera poco, Bennett fue arrestado cuando ya estaba en una corte de Miami, a donde acudió para escuchar su sentencia de siete meses de prisión por el contrabando de unas raras monedas de oro y plata denunciadas como robadas en el 2016.
Los investigadores determinaron que el daño sufrido por la embarcación había sido realizado desde el interior del barco. Además, dos escotillas estaban misteriosamente abiertas, un hecho inusual para un navegante con experiencia como Bennett.
«Dado el entrenamiento y las capacidades marítimas de Bennett, el barco pudo haberse mantenido a flote si hubiera seguido procedimientos básicos para controlar el daño», menciona el documento presentado en la corte, según El Nuevo Herald.
Las dudas no terminaban allí. Según su testimonio inicial, el marido nunca gritó el nombre de su esposa, ni encendió una luz de emergencia para poder buscarla mejor, y no hizo un recorrido de la zona cuando se alejó en un bote salvavidas. Tampoco activó su teléfono satelital, demorando el pedido de auxilio.
La búsqueda, realizada con helicópteros y embarcaciones, nunca dio resultados. Hasta ahora, no se conoce el paradero del cuerpo de Isabella.
A las pocas semanas, el cónyuge pidió que sea declarada muerta. Ello levantó ciertas suspicacias, ya que tal medida haría que el entonces viudo se quedara con la totalidad de la propiedad comprada en Florida y las cuentas bancarias a su nombre. Ante las irregularidades del caso, un juez postergó la decisión y consideró necesario que Bennett testifique.
Mientras tanto, la familia de Hellman reclamaba el regreso de la pequeña Emelia, quien fue llevada al Reino Unido sin un aviso previo, y seguía sin poder verla aún después del arresto de Bennett en agosto, acusado de robo y contrabando de las monedas.
El 14 de febrero, la familia publicó en Facebook: «Hoy se cumplen 9 meses sin saber dónde estás, sin saber qué pasó contigo. Ha sido una situación dolorosa y horrible que ha cambiado nuestras vidas«. El arresto de Bennett no cierra las heridas y por ahora no permite dar con el cuerpo de la mujer, pero podría arrojar más respuestas a tantas interrogantes que dejó su desaparición.