#Lulapreso | La etiqueta que inunda las redes sociales en Brasil
EFE
Tras una puerta, Luiz Inacio Lula da Silva, disfrazado de empleada doméstica, niega conocer el apartamento en la playa que le ha llevado a prisión. Es uno de los miles de «memes» que inundan las redes sociales en Brasil, un campo de batalla virtual entre partidarios y detractores del expresidente.
El encarcelamiento del dirigente más carismático y popular de Brasil se ha convertido en tema estrella en las redes brasileñas.
Lula se entregó el sábado a la policía y fue internado en una celda en Curitiba para empezar a purgar la condena de 12 años que arrastra por corrupción y lavado de dinero.
El expresidente recibió en la tarde del jueves la orden de prisión dictada por el juez Sergio Moro, pero resistió dos días atrincherado en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo antes de entregarse.
A través de los hagstags «Lulapreso», «Lula preso hoy» y «Moro», las redes se han inundado de mensajes, vídeos y fotos sobre el tema.
Los internautas han recurrido a conocidos personajes, como Bob Esponja, y a insólitos montajes, como un Lula caricaturizado de mujer, para rebajar la tensión de la jornada.
Uno de los más populares muestra a Lula, el calamar de la serie de dibujos animados Bob Esponja, conducido a prisión por sus antiguos amigos, en una clara alusión al Lula (en español calamar) presidente.
El fútbol, el deporte nacional en Brasil, ha sido otro de los temas recurrentes.
El expresidente, seguidor del Corinthians, es un bebé asustado en brazos de su papá, que no es otro que el juez Moro, que lo ha llevado a la cárcel, vistiendo la camiseta del Palmeiras, el histórico rival del club de corazón de Lula.
«No llores, papá te va a llevar al corralito», le dice «papa Moro».
En otro montaje, la camiseta del Corinthians, negra, aparece con barrotes «en homenaje al presidente Lula».
El expresidente se transmuta en el califa «Lulah el Can Nalhal», jefe del «Estado Enlamico de Brasil», en un juego de palabras que viene a significar «estado embarrado», con un turbante tocado con la estrella roja del Partido de los Trabajadores (PT).
Los antiguos amigos de Lula, muchos de ellos en la cárcel, han recuperado protagonismo.
Una de las imágenes más populares en las redes muestra al líder del PT junto al exgobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral, -preso por corrupción- vestidos con monos de color naranja.
«Te quedas en la celda conmigo», le pregunta Lula. «No puede ser, tengo un grado superior», le contesta el gobernador, en referencia a la ley brasileña que le garantiza a los reclusos con título universitario un espacio diferenciado en las cárceles.
Sus detractores han viralizado una imagen de Lula con el mensaje «Tchau Querido», una emulación del «Tchau querida» que utilizó en una conversación telefónica con Dilma Rousseff en plena investigación judicial, y que fue gravada y filtrada por el juez Moro.
«Dios te está viendo hablando mal de Lula y tomando cerveza con el dinero del bolsa familia ahí en la esquina», reza otro de los mensajes más reproducidos, que se refiere a uno de los programas sociales estrella del expresidente quien, durante sus dos mandatos (2002-2010), logró sacar de la pobreza a 28 millones de brasileños.
Lula reconoció el sábado, en un emotivo mensaje de despedida a sus simpatizantes, que hubo quien le llegó a sugerir que saliera del país para evitar la cárcel.
Haciéndose eco del comentario, en las redes se puede ver a un Lula disfrazado de mujer, con un traje rosa, minifalda y una pamela, en una cola en la frontera de Paraguay.
Tampoco el presidente de Brasil, Michel Temer, antiguo aliado de Lula convertido en su más acérrimo enemigo tras impulsar la destitución de Rousseff para ocupar la Presidencia, se ha librado de las bromas.
Temer aparece en un vídeo caracterizado como Drácula, con largos colmillos llenos de sangre y cara de satisfacción. Debajo, la leyenda «El diablo verdadero».
En otro, el presidente y varios de sus colabores, también salpicados por corrupción, esperan sentados en un sofá: «Estamos en la fila» de los que también pueden ir a prisión.
Sergio Moro tampoco se libra. «Estate tranquilo», le dice al legislador Aecio Neves, vinculado con graves escándalos, en una foto en la que aparecen juntos riéndose. Una peligrosa compañía para un juez.
Pero, lo que para algunos es motivo de una sonrisa, para otros es una afrenta y muchos, en estos dos días, han perdido decenas de amigos en sus redes sociales. Como Ana, una simpatizante del PT que reconoce abiertamente que ha hecho «limpieza» para dejar de aguantar «boberas» (tonterías).