Lula dice que resiste en prisión porque aún tiene una misión por cumplir
EFE
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que purga desde abril del año pasado en una cárcel de la ciudad de Curitiba una condena por corrupción, afirmó en una carta dirigida este sábado a sus seguidores que resiste en la prisión porque sabe aún tiene misión que cumplir por Brasil.
«La fuerza que me hace resistir a esta prueba viene de ustedes y de mi convicción de que soy inocente. Pero resisto principalmente porque sé que aún tengo una misión importante a cumplir en este momento en que la democracia, la soberanía nacional y los derechos del pueblo brasileño son amenazados por intereses económicos y políticos poderosos, incluso de potencias extranjeras», afirmó.
La misiva, escrita desde su celda en Curitiba, fue leída este sábado ante los asistentes al «Encuentro Nacional Lula Libre», convocado por el Partido de los Trabajadores (PT) y que reúne en Sao Paulo a líderes de izquierda y dirigentes de movimientos sociales para analizar nuevas estrategias para presionar por la libertad del exmandatario.
En su carta, Lula agradeció la solidaridad y el apoyo que ha recibido tanto de los militantes que han constituidos comité políticos para presionar por su libertad en diferentes ciudades como a líderes de otros países que igualmente piden que se le libere.
Agregó que encara la nueva misión que surgió en su vida como un desafío colectivo, tal como lo hizo en sus más de 45 años como dirigente sindical y político.
«Mi lucha por un juicio justo, en que mi inocencia sea reconocida ante las pruebas irrefutables presentadas por la defensa, sólo tiene sentido si es comprendida como parte de defensa de la democracia, de la retomada del estado de derecho y del proyecto de desarrollo con inclusión social que el país quiere reconstruir», afirmó.
Según el que fue considerado como presidente más carismático en la historia de Brasil, a cada día queda más claro que fue condenado como parte de una persecución política para impedir su nueva elección como presidente en los comicios de octubre pasado.
Agregó que para impedirle disputar las elecciones fue montada una «farsa judicial» con la ayuda de los grande medios de comunicación para «envenenar» a la población con mentiras.
Según Lula, sólo este mes, con la revelación de que los fiscales que lo acusaron llegaron a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos para recibir 2.500 millones de reales (657,9 millones de dólares) de la petrolera brasileña Petrobras, se supo lo que había detrás de todo el proceso.
«A cambio de esa fortuna, los fiscales se comprometieron a entregarle al extranjero los secretos y las informaciones estratégicas de nuestra Petrobras», acusó Lula.
El acuerdo referido por el expresidente fue el que Petrobras firmó con las autoridades bursátiles de Estados Unidos para suspender los procesos en su contra en ese país e incluye la entrega de recursos a una fundación montada por la Fiscalía para financiar campañas de combate a la corrupción en Brasil.
«Más que manifestar indignación con esos hechos, quiero decirles que el tiempo está revelando la verdad, que no podemos perder la esperanza de que la verdad vencerá. Por eso les pido a todos que fortalezcan cada vez más nuestra lucha por la democracia y la justicia», dijo.
Según Lula, ese objetivo sólo será alcanzado «si defendemos los derechos del pueblo y la soberanía nacional, porque fue contra esos valores que me impidieron disputar las elecciones. Fue para entregar nuestras riquezas y revertir las conquistas sociales. Que los Comités Lula Libre tengan eso bien claro».
Entre los participantes en el «Encuentro Nacional Lula Libre» destacaron el exministro de Educación Fernando Haddad, que fue el candidato del PT en las pasadas elecciones presidenciales, así como el excanciller Celso Amorim.
En la apertura del evento en la sede del Sindicato de los Trabajadores del Metro en Sao Paulo, Amorim dijo que la prisión de Lula impide decir que Brasil es un país democrático.
Lula está preso desde el 6 de abril del año pasado en la sede de la Policía Federal de Curitiba. Inicialmente fue preso para cumplir una pena de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero, pero en febrero de este año se le impuso otra condena, de 12 años y 11 meses, por los mismos delitos.