Lukashenko anuncia inauguración de central nuclear el 7 de noviembre
EFE
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, anunció hoy la inauguración el 7 de noviembre de la primera central nuclear del país, construida por la corporación estatal rusa Atomstroiexport.
«Invito a todos. El 7 de noviembre será un día significativo para nosotros. Podremos viajar y decir que hemos recibido la primera electricidad de nuestra central atómica», dijo Lukashenko, según informa la agencia BELTA.
En agosto pasado, la agencia atómica rusa, Rosatom, anunció el comienzo del suministro del combustible nuclear en el reactor número uno de la central situada cerca de la localidad de Ostrovéts, a unos 50 kilómetros de Vilna, capital lituana.
Ante las críticas de los países vecinos sobre la seguridad de la planta, Lukashenko siempre defendió la importancia estratégica para Minsk del proyecto suscrito en 2011 con el presidente ruso, Vladímir Putin, que concedió a Minsk un crédito de 10.000 millones de dólares para completar la obra.
En mayo pasado, el viceministro de Energía bielorruso, Mijail Mijadiuk, aseguró a Efe que existe un «estricto» sistema de control sobre la calidad del proyecto y que Minsk firmó un acuerdo de cooperación técnica con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La central también se sometió «voluntariamente» a un «stress test» (prueba de seguridad) sobre la base de los resultados del accidente en Fukushima según los estándares de la Unión Europea (UE).
«Lo hicimos sin ser miembros de la UE. Estamos cooperando con reguladores de la Unión. Estamos abiertos a cualquier inspección. No ocultamos nada. Somos transparentes», subrayó el viceministro.
Además de su cercanía, Lituania considera que la central no es segura -los políticos lituanos la llaman «la bomba atómica»- y acusan al constructor, Rusia, de poner en riesgo a toda la región con sus ansias de expansión energética.
Por ello, Lituania acordó recientemente con Estonia y Letonia el boicot a la importación de electricidad generada por dicha planta y advirtió a Bruselas de que el proyecto es «un problema de seguridad nuclear para toda la UE».
Minsk cifra en 5.000 millones de metros cúbicos el gas que permitirá suplantar anualmente la central, que cubrirá, según el viceministro bielorruso, «entre un 40 % y 42 % de la demanda nacional», además de reducir en unos 8-10 millones de toneladas las emisiones a la atmósfera.