Los toros vuelven a Pamplona con expectación y más allá de las polémicas
EFE
Todo está preparado para que, con la novillada inaugural, mañana comiencen en Pamplona (norte de España) los diez festejos mayores que componen la llamada Feria del Toro, que han sido recibidos con una expectación en las taquillas que supera las polémicas generadas días antes.
Frente a los posibles detractores de las corridas, los números de taquilla de la plaza de toros, con un aforo superior a los 20.000 espectadores, resultan incontestables: hace ya días que se renovaron el 99 por ciento de los abonos, según confirmó la Casa de Misericorida, organizadora del serial taurino sanferminero.
En cuanto a los carteles, la Feria del Toro del 2018 presenta una estructura similar a la de las últimas ediciones, pues, en un ciclo donde los astados son los principales protagonistas en el ruedo y en las calles, repiten prácticamente todas las ganaderías, con Miura, como casi siempre, echando el cierre.
En cuanto a toreros, solo repetirán paseíllo el peruano Roca Rey y el extremeño Ginés Marín, jóvenes espadas que resultaron triunfadores en 2017, mientras que, también como notada destacada, el Juli vuelve a Pamplona tras una ausencia de un año.
Estos tres espadas actuarán en el último tramo de la feria, donde se concentran los carteles de mayor expectación y en los que se cuenta también con Juan José Padilla, que se despedirá de una plaza en la que ha sido todo un ídolo, y con el murciano Pepín Liria, que reaparece por un día en Pamplona, donde también tuvo notables éxitos a finales de los años 90.
En esos tres días que van del 11 al 13 de julio también actuarán en el coso navarro toreros como Antonio Ferrera y Cayetano, autores de las mejores faenas de una feria de 2017 que registró seis salidas a hombros, contando, eso sí, con la gran generosidad en la concesión de orejas que parece adueñarse de una feria que, en otros tiempos, siempre se caracterizó por su dureza.
En cambio, entre las ausencias de este San Fermín, además de las ya habituales de Morante de la Puebla, Enrique Ponce o José María Manzanares, destacan las de los grandes triunfadores de la última feria de San Isidro: la de Alejandro Talavante, por desacuerdos económicos, y otro año más la del rejoneador Diego Ventura, que nunca ha podido anunciarse en el feudo de su rival Hermoso de Mendoza.
Con estos mimbres relevantes y con los que forman otra serie de toreros más o menos asentados en el escalafón, casi siempre con los toros de las ganaderías más duras, la Feria del Toro comenzará mañana con una novillada del hierro navarro de Pincha, ante la que es duda la presencia de Toñete, convaleciente aún del serio percance sufrido días atrás durante un entrenamiento en el campo.
Desde entonces se verificarán, a plaza llena, diez festejos mayores que irán acompañados de la tradicional programación de festejos populares en las matinales de los fines de semana, que incluye concursos de recortadores y anillas y el espectáculo «Toros en familia».
Y, por supuesto, a las ocho de la mañana, desde el 7 hasta el 14 de julio, también los encierros mundialmente famosos, que este año cuentan con una especial vigilancia policial después de los ataques que sufrieron hace unas semanas los corrales del Gas, donde los toros de la feria esperan su lidia a la vista de los aficionados.