Los talibanes amenazan con vengarse si algún insurgente preso muere por COVID-19
EFE
Los talibanes advirtieron este miércoles que se vengarán si sus prisioneros en las cárceles gubernamentales mueren a causa del brote de coronavirus, culpando a Kabul por los retrasos en la liberación de sus 5.000 presos, algo incluido en el acuerdo firmado con Estados Unidos el pasado 29 de febrero en Doha.
La amenaza de los insurgentes llega un día después de que las autoridades afganas revelaran la posibilidad de que el virus infectara a decenas de prisioneros en la prisión Pul-e-Charkhi de Kabul, una de las principales cárceles de Afganistán.
“Todas las partes deben entender que si mueren los prisioneros del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes), se preguntará a cada uno y se tomará venganza contra el enemigo insensible”, dijeron los talibanes en un comunicado.
De acuerdo con las autoridades penitenciarias, en esa prisión que alberga presos comunes e insurgentes, las pruebas rápidas indicaron que 46 reos dieron positivo, un resultado que aún debe ser confirmado.
Los talibanes expresaron su “profunda preocupación” por la grave situación de hacinamiento en las prisiones y los “problemas generalizados con el abastecimiento de alimentos, bebidas y medicamentos, que haría que el nuevo coronavirus resultara catastrófico”, subrayaron.
En este sentido, el grupo pidió a las organizaciones internacionales que implementen medidas adecuadas para “salvar la vida de esos seres humanos”.
DESACUERDO EN LA LIBERACION DE PRISIONEROS
El grupo criticó a Estados Unidos al asegurar que no ha demostrado interés en que se cumplan las condiciones del acuerdo firmado en Doha, en el que se comprometió a la retirada total de las tropas extranjeras en 14 meses y la liberación de prisioneros como paso previo al inicio de un proceso de paz con Kabul.
“Si hubieran mostrado urgencia en la implementación del acuerdo, podríamos haber progresado mucho en todas las facetas, incluyendo la liberación de prisioneros, y se habrían puesto a salvo de este peligro”, señalaron.
El acuerdo estipuló que 5.000 prisioneros talibanes deberían ser liberados antes del 10 de marzo a cambio de 1.000 miembros de las fuerzas afganas, pero este intercambio no se ha concretado debido a desacuerdos entre el Gobierno y los talibanes.
Este es un paso indispensable para iniciar las negociaciones de paz que conllevarían a un cese el fuego, y una vía política para el fin de la guerra.
El Gobierno y los talibanes comenzaron la liberación unilateral de prisioneros, pero esto mantiene insatisfechos a ambos, al no regirse por las pautas acordadas.
Hasta el momento, el Gobierno ha liberado a 550 presos y los talibanes a 60, y las dos partes prometieron continuar el proceso por los peligros que conlleva la pandemia.
LA COVID-19 VACIA LAS CARCELES
Hay alrededor de 11.000 reclusos talibanes en las cárceles del Gobierno, donde también se mantienen a decenas de miles de presos comunes, lo que convierte a estos centros en objetivos vulnerables para la propagación del virus.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha emitido en el último mes varios decretos para la liberación de unos 22.000 presos de las cárceles afganas, y evitar así el peligro de la rápida propagación del virus en estos centros por la falta de espacio.
Hasta ahora se han liberado 6.000 presos comunes.
Afganistán ha registrado hasta el momento 1.939 casos positivos de COVID-19 y 60 muertes. Las autoridades advirtieron que el número de casos positivos está aumentando a medida que el virus se propaga entre las comunidades.