Los próximos pasos del proceso que puede llevar a la destitución de Rousseff
EFE
La decisión del Senado de someter a un juicio político a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, es apenas el primer paso de un engorroso trámite que puede durar meses hasta que se defina si será finalmente destituida o recuperará el cargo.
El próximo capítulo de esta larga novela política será hoy mismo, cuando el Senado deberá notificar oficialmente de su decisión en forma oficial, y por separado, a Rousseff y al vicepresidente Michel Temer.
Una vez notificados, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que puede durar el proceso y Temer asumirá la presidencia en forma interina, aunque con plenos poderes, durante ese período.
Por ese carácter interino, no habrá ninguna ceremonia de traspaso de mando ni una investidura propiamente dicha, aunque está previsto que Temer se dirija al país para anunciar sus planes de Gobierno y los miembros de su nuevo gabinete.
La gestión de Temer puede acabar junto con el proceso en el caso de que Rousseff sea absuelta, pero si es finalmente destituida el actual vicepresidente completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019.
A partir de la semana próxima, la comisión especial integrada por 21 senadores que analizó los méritos jurídicos de las acusaciones, se reunirá para definir un calendario de trabajo para el propio juicio político, que puede durar meses y en el que serán escuchados los testimonios de la parte acusadora y de la defensa.
También podrán ser citados testigos que puedan contribuir para la producción de pruebas, tanto a favor como en contra de Rousseff, y será elaborado un informe final con las conclusiones del caso.
Ese informe será votado en la comisión y, en caso de ser aprobado por una mayoría simple, será encaminado al pleno del Senado, que en una única sesión decidirá si Rousseff será finalmente destituida.
Esa última sesión del proceso será dirigida por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, cuyo mandato vence el próximo septiembre y será sustituido por la magistrada Carmen Lucia Antunes.
Si para ese momento el proceso no hubiera concluido, esa última sesión sería presidida por Antunes, quien de esa manera dirigiría el trámite que pudiera poner fin al mandato de la primera mujer elegida para gobernar el país.