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El Príncipe Harry y Meghan Markle tienen planeada una habitación muy especial y muy poco royal para su bebé. Claramente, la pareja es consciente de que su hijo nunca reinará y, por lo tanto, no necesitarán ceñirse a protocolos súper estrictos para todo lo relativo a su crianza y su educación.
Por eso quizá no debería sorprender a nadie que hayan tomado esta decisión tan controvertida para el cuidado de Baby Sussex: no quieren contratar a ninguna niñera. Algo que a una persona de a pié le parecería ‘lo normal’, es toda una rareza porque lo habitual en la alta sociedad británica es tener a una nanny, trabajen los padres fuera de casa o no. ¿Alguien más cree que Isabel II va a terminar por enarcar una ceja con esta noticia?.
Harry y Guillermo, aunque tenían una relación extremadamente cercana con su madre, tuvieron niñera. Kate Middleton y el Príncipe Guillermo, también conocidos por estar desarrollando una paternidad bastante ‘humana’, tienen desde que nació George a su servicio a María Teresa Turrión Borrallo.
En general, todos los Windsor han complementado las escuelas a las que han ido sus hijos con la presencia de una niñera en casa (y allá donde van). Pero los Duques de Sussex parece que inicialmente no quieren tener a ninguna en su nueva residencia, Frogmore Cottage. Pero la cosa no queda aquí: si alguien les tiene que ayudar, será Doria Ragland quien echará una mano, la madre de Meghan.
De nuevo, una costumbre muy habitual en muchas familias pero completamente inédita en la familia real británica. ¿O acaso alguien se imagina a Isabel II quedándose con Guillermo y Harry mientras Carlos y Lady Di iban al cine?