Los partidos brasileños sellan sus alianzas para las municipales de octubre
EFE
Los partidos políticos brasileños terminaron de formalizar sus alianzas de cara a las elecciones municipales de octubre, bajo la influencia del juicio político que le puede costar el cargo a la mandataria Dilma Rousseff.
Sao Paulo, el principal colegio electoral de Brasil, será el termómetro para medir la situación de los partidos políticos, muchos de los cuales han sido salpicados por la corrupción, principalmente el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff, suspendida de sus funciones desde el pasado 12 de mayo.
El PT llega a los comicios de octubre en horas bajas, golpeado por el juicio político que amenaza con destituir a Rousseff y en medio de la grave crisis económica del país, que muchos atribuyen a la gestión de la mandataria suspendida.
El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, del PT y uno de los pupilos del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, podría sentir en su propia piel el desgaste de la formación.
Haddad enfrenta candidatura a la de su reelección en medio de una disyuntiva: depende de su partido pero al mismo tiempo necesita distanciarse de él para evitar contagiarse de la imagen negativa en la que se ha enfundado esa formación en el último año.
Uno de los obstáculos de Haddad será Marta Suplicy, una histórica dirigente del PT que en 2015 renunció a esa formación y pasó a engrosar el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del presidente interino Michel Temer.
Suplicy, de 71 años, ha sido diputada, alcaldesa de Sao Paulo, ministra de Turismo en el segundo mandato de Lula y de Cultura durante la gestión de Rousseff y ahora apoya la destitución de la jefa de Estado.
Sao Paulo, la joya de la corona de las municipales, será uno de los principales escenarios del embate en el que se han enzarzado el PT y el PMDB desde que la formación de Temer rompió todos los puentes con Rousseff.
Temer fue vicepresidente de Rousseff, pero saltó del barco a comienzos de 2015 y el PT lo acusa de participar entre bastidores de los acuerdos políticos para iniciar el juicio político contra la mandataria.
Sustituye a Rousseff desde el 12 de mayo, cuando la presidenta fue apartada de su cargo para responder al proceso y concluirá el mandato que finaliza el 1 de enero de 2019 si la jefa de Estado finalmente es destituida.
A pesar de la ruptura nacional entre el PT y el PMDB, en decenas de los 5.568 municipios que renovarán alcaldes en octubre esos partidos estarán unidos en torno a un mismo candidato.
El presidente del PT, Rui Falcao, señaló que se ha «privilegiado» el diálogo con «fuerzas del campo democrático», como el Partido Comunista Brasileño (PCdoB) y el Partido Democrático Laborista (PDT), dos de las pocas formaciones que aún apoyan a Rousseff.
Pero puntualizó que no se prohibió ninguna alianza, ni con el PMDB, aunque el PT decidió no unirse a «candidatos que apoyaron el golpe o se hayan manifestado públicamente a favor del golpe», como la izquierda ha calificado el proceso contra Rousseff.
Un ejemplo de la alianza entre el PCdoB y el PT está en Río de Janeiro, hasta donde Lula se desplazó para apoyar la candidatura de la comunista Jandira Feghali.
Ambos partidos también van de la mano en Salvador, capital del estado de Bahía, donde gobierna el poder el derechista Democratas (DEM), que se presentará a las elecciones junto con el PMDB.
El nordeste del país es la región brasileña donde el PT continúa manteniendo el pulso y el propio Lula lo ha querido reforzar estas últimas semanas en una gira por diferentes municipios.
El PCdoB y el PT también irán juntos en Porto Alegre, la rica capital del estado de Río Grande do Sul, para intentar derrotar a la excandidata presidencial Luciana Genro, del PSOL, lo cual divide aún más a la izquierda.
La atención también estará puesta en Curitiba, capital del estado de Paraná, epicentro de las investigaciones del gigantesco escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, que salpica a medio centenar de políticos.
En ese tradicional fortín de la derecha, el PT no aceptó coaliciones y postulará al diputado Tadeu Veneri, quien no parece tener posibilidades frente al actual alcalde, el laborista Gustavo Fruet, que tiene una posición ambigua sobre el juicio a Rousseff.
En las elecciones de 2012, el PMDB, de Temer, fue el partido con mayor número de alcaldes elegidos (1.022, lo que representa más del 18 % del país); seguido del socialdemócrata PSDB, con 701, y el PT con 632.