Los países con las mejores y las peores carreteras en Latinoamérica
Hay pocos símbolos tan notorios de las limitaciones del desarrollo latinoamericano como el mal estado de sus carreteras. Sin embargo, dentro de la región hay una gran variedad en las condiciones de su infraestructura.
No siempre es función de su riqueza o pobreza relativa. Algunas de las naciones latinoamericanas con economías más exitosas en años recientes afrontan problemas notorios para mantener sus vías.
Mientras que otras naciones con recursos más limitados han conseguido mejores resultados a la hora de construir carreteras que hagan la vida más fácil a sus ciudadanos y aumenten la productividad de sus empresas.
Chile, el mejor
Varios estudios coinciden en señalar a un país en particular como el que más ha avanzado en construir un sistema de carreteras de acuerdo con sus aspiraciones de desarrollo.
Chile aparece en varias mediciones, como el ganador regional en infraestructura de carreteras, por su red de 77.764 kilómetros que incluye 2.387 kilómetros de autopistas, y las buenas condiciones en que las mantiene.
Un estudio del Foro Económico Mundial, el Informe Global de Competitividad, coloca en su más reciente edición a Chile al frente entre los países latinoamericanos.
El reporte, que documenta la opinión de líderes empresariales sobre la situación de las carreteras en su propio país, ha tenido a la nación suramericana como el mejor clasificado en América Latina por dos años consecutivos, seguida de cerca por Panamá.
A igual conclusión llega el Banco Mundial, que en su Índice de Desempeño de Logística, agrupa a los países según la calidad de su infraestructura de transporte (y que por tanto incluye además de carreteras, a puertos y otras obras similares) nuevamente dándole la mayor calificación en la región a Chile, seguido de cerca por México y Panamá.
En el puntaje del Banco Mundial, la infraestructura de transporte chilena aparece empatada con la de naciones europeas como Grecia y mejor que la de Bulgaria o Rumania.
Los que tienen más problemas
Al otro extremo de las tablas en estos estudios, están naciones con problemas más serios de infraestructura.
Tanto los datos del Foro Económico Mundial como los del Banco Mundial ubican a Haití como una nación con particulares retos en este campo.
Los 4.266 kilómetros de carreteras construidas en esa nación contrastan con los 19.705 en la vecina República Dominicana, país con el doble de territorio pero que tiene casi cinco veces más vías construidas y que aparece en el quinto puesto del listado del Foro Económico Mundial en cuanto a la calidad de las carreteras en América Latina.
Igualmente salen con bajo puntaje en el listado del Foro Mundial Paraguay y Colombia, en donde es notoria la insatisfacción de la población con sus carreteras.
El listado del Banco Mundial, por su parte, le otorga muy bajos puntajes en infraestructura a naciones como Nicaragua y Bolivia.
Geografía y gerencia
Como puede verse, la existencia de recursos no es el único determinante de la calidad de las carreteras. Sin duda hay también factores geográficos.
Brasil, por ejemplo, una nación que sale por debajo de Panamá en el índice del Banco Mundial, tiene dimensiones continentales y el reto de mantener una red de 1.580.965 kilómetros de carretera, casi cuatro veces mayor que la de México y casi 100 veces más grande que la de Panamá.
Y por supuesto hay elementos de política y administración interna. “Los proyectos de infraestructura involucran un monto no negligible de complejidad en su planeación, financiación, construcción operación y mantenimiento”, le dice a BBC Mundo Pablo Rodrigues de Almeida, jefe de infraestructura en el Foro Económico Mundial.
Entre las dificultades administrativas que menciona el experto están la necesidad de identificar correctamente la demanda que tendrán estos proyectos de infraestructura y, por supuesto, la escogencia de un modelo correcto de financiación para las obras, ya sea público o privado.
Impacto
Igual, pocos discuten el enorme impacto económico y social que tienen estos proyectos, no solo a nivel de la competitividad económica del país, sino a nivel micro, en el nivel de vida de la gente.
El Banco Mundial anunció hace poco los resultados de un estudio técnico que mostraba el impacto en la vida cotidiana de la gente causado por un plan de construcción de carreteras en el estado brasileño de Tocantins.
“Vimos cosas como un aumento en la participación escolar para las niñas por el impacto de las mejores carreteras”, le dice a BBC Mundo Eric Lancelot, experto en transporte de la entidad multilateral.
Ante lo que surge la pregunta obvia: cómo hacer para cubrir esa brecha pendiente en la construcción de carreteras en América Latina.
Hace un par de décadas se presentó a la privatización y la participación empresarial como la solución mágica que ayudaría a terminar con el atraso en las carreteras. Hoy la gente lo ve con más escepticismo
“Definitivamente el sector privado seguirá jugando un papel clave en el desarrollo de la infraestructura pero hay que tener prudencia frente al espejismo de que el sector privado va a resolver todos los problemas”, asegura Lancelot.