Los líderes mundiales se comprometen con la paz en recuerdo de Nelson Mandela
EFE
Los líderes internacionales expresaron su compromiso con la paz, en una cumbre organizada por la ONU para conmemorar el centenario del nacimiento de Nelson Mandela.
El legado del expresidente sudafricano sirvió como base para una reunión en la que decenas de jefes de Estado y de Gobierno tomaron la palabra para reiterar su voluntad de evitar conflictos e impulsar la cooperación entre naciones.
Los 193 Estados miembros de Naciones Unidas aprobaron además una declaración política en la que se comprometieron a «redoblar esfuerzos para construir un mundo justo, pacífico, próspero y justo».
El texto, no vinculante, reitera el compromiso de los Gobiernos con los principios fundamentales de la carta fundacional de Naciones Unidas, como el respeto a la soberanía de los Estados, a su integridad territorial y a su independencia política.
«Acordamos ir más allá de las palabras en la promoción de sociedades pacíficas, justas, inclusivas y sin discriminación», señalaron los líderes en el documento.
La cumbre sirvió de aperitivo de los debates anuales de la Asamblea General de la ONU, que arrancan este martes y en los que, precisamente, numerosos conflictos estarán en el centro de la agenda y contrastarán con ese mensaje pacifista de hoy.
El secretario general de la ONU, António Guterres, urgió hoy a los líderes internacionales a seguir el ejemplo de Mandela y trabajar por la paz y la dignidad de todas las personas.
«Madiba fue un ciudadano global cuyo legado debe continuar guiándonos», recalcó el diplomático portugués, que alertó de que los derechos humanos están «bajo una creciente presión alrededor del mundo».
La presidenta de la Asamblea General de la ONU, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, destacó que el legado de Mandela supuso «una luz de esperanza para un mundo desgarrado por los conflictos y el sufrimiento».
Entre otros, intervinieron en la cumbre el presidente colombiano, Iván Duque, que en su estreno en Naciones Unidas aseguró que Mandela es una inspiración para su país en la lucha contra la violencia, a la hora de buscar la paz y, también, para recibir a un millón de venezolanos huidos de la «dictadura» de Nicolás Maduro.
También debuto hoy en la ONU el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien denunció que los anuncios de mayores gastos militares «lanzarán al mundo una nueva carrera armamentística», unos recursos que se necesitan «para construir un mundo de paz».
Salvo contadas excepciones, los líderes prefirieron hoy dejar de lado las polémicas y los ataques, aunque no faltaron mensajes velados a otros dirigentes.
Por ejemplo, el presidente iraní, Hasan Rohaní, insistió en que los grandes líderes deben «construir puentes en lugar de muros», en un aparente recado a su homólogo estadounidense, Donald Trump.
También pareció dirigirse a Trump el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, quien hizo todo un alegato en favor de la cooperación multilateral y en contra del «unilateralismo» y el «proteccionismo» que propugna la Casa Blanca.
Trump estuvo ausente de la cita y prefirió hoy encabezar una reunión sobre la lucha contra las drogas, en vísperas de su esperado discurso de mañana ante la Asamblea General.
Los países latinoamericanos tuvieron una amplia representación en la reunión sobre la paz, pues además de Duque y Díaz-Canel participaron los presidentes de Ecuador, Panamá y Honduras y varios ministros de Exteriores del continente.
También habló el jefe de la diplomacia española, Josep Borrell, que llamó a dar una «nueva vigencia» al legado de Nelson Mandela para afrontar, con el «optimismo» de las conquistas logradas, los desafíos pendientes en un mundo globalizado.
El recuerdo de Madiba se mantendrá desde hoy en la sede de Naciones Unidas con una estatua a tamaño real, regalo de Sudáfrica a a la organización.