Los incendios del Note 7 consumen parte de los beneficios y ventas de Samsung
EFE
Samsung Electronics anunció hoy fuertes caídas en sus beneficios y ventas del tercer trimestre debido al fiasco del Galaxy Note 7, un modelo cuyos incendios están causando pérdidas multimillonarias al gigante tecnológico surcoreano.
Su beneficio neto en julio-septiembre cayó un 16,8 % interanual hasta 4,54 billones de wones (3.660 millones de euros, 3.995 millones de dólares) y el operativo un 29,6 % hasta 5,2 billones de wones (4.190 millones de euros, 4.575 millones de dólares).
Las ventas totalizaron 47,8 billones de wones (38.500 millones de euros, 42.000 millones de dólares), un descenso del 7,5 % en términos interanuales, según la hoja de resultados del tercer trimestre divulgada hoy por la empresa, que no publica datos acumulados hasta el final del año.
El bache de Samsung Electronics después de tres trimestres al alza responde a los problemas del Note 7, que llevó a la división de telefonía móvil a publicar sus beneficios más bajos desde el lanzamiento de la serie Galaxy en 2009.
Concretamente, el beneficio operativo de esta división -la unidad con más peso de Samsung- cayó un 96 % interanual en julio-septiembre hasta 100.000 millones de wones (806 millones de euros, 880 millones de dólares).
La empresa anunció una llamada a revisión masiva del Note 7 en septiembre, poco después de su salida al mercado el mes anterior, debido a varios casos de incendio en los dispositivos y en octubre decidió retirar definitivamente el modelo al persistir el problema.
Samsung estima pérdidas de 6,1 billones de wones (unos 4.892 millones de euros, 5.384 millones de dólares) entre julio de este año y marzo próximo debido a la crisis del Galaxy Note 7, que también amenaza con deslucir la hoja de resultados del último trimestre del año.
Esta preocupación quedó patente en la junta de accionistas celebrada hoy, en la que la compañía se comprometió a «revisar exhaustivamente todos los aspectos del dispositivo», según expresó el codirector ejecutivo y exjefe de la división de móviles J.K. Shin, para hallar el problema y no repetir el error en próximos modelos.
Shin reveló hoy que de los más de 300 casos de ignición en todo el mundo del Galaxy Note 7 la mayoría fueron causados por la batería, tal y como indicó Samsung al principio, pero el resto se produjo por causas aún desconocidas.
Al margen del problemático teléfono «phablet», el evento de hoy sirvió para que los accionistas aprobaran la incorporación a la junta directiva de Lee Jae-yong, vicepresidente y heredero del conglomerado familiar fundado por su abuelo Lee Byung-chul en 1938.
La nominación del magnate de 48 años, que según expertos es quien mueve los hilos de la reestructuración en curso del entramado empresarial, le otorga responsabilidades de forma oficial en la mayor de sus empresas, Samsung Electronics.
Por otra parte, destacó el enorme peso asumido el pasado trimestre por la división de semiconductores, que contribuyó de forma crucial a reflotar a la empresa en plena amenaza de hundimiento por el desastre del Note 7.
Esta unidad acumuló un beneficio operativo de 3,37 billones de wones (2.720 millones de euros, 2.970 millones de dólares), mientras la división de paneles de visualización (pantallas) también contribuyó con 1,02 billones de wones (823 millones de euros, 897 millones de dólares).
De cara al último trimestre del año, Samsung espera un repunte en sus beneficios por el aumento de la demanda de sus «smartphones» Galaxy 7 y 7 Edge en la temporada alta de compras navideñas y la salida al mercado de nuevos modelos de gamas media y baja.
Los malos resultados del tercer trimestre no cayeron por sorpresa en la bolsa de valores de Seúl, donde las acciones de Samsung Electronics cotizaron hoy un 0,38 % al alza al cierre de la sesión. EFE