Los hijos de la Infanta Cristina se independizan - 800Noticias
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Juan Valentín Urdangarin, el primogénito de la Infanta Cristina, sigue volcado en su faceta solidaria. El joven, que lleva un año residiendo en Madrid, ha comenzado a colaborar con la ONG Entre culturas. Una organización privada vinculada a la Compañía de Jesús con 159 proyectos de cooperación al desarrollo y acción humanitaria en 37 países de América Latina, África, Asia y Europa donde ayudan a desarrollar una educación de calidad en países desfavorecidos. La sede central está ubicada en pleno Barrio de Salamanca, donde se ha podido ver al joven de 20 años entrar y salir varias veces portando el informe anual de la entidad y diversos documentos.

Juan, que comenzó un año más tarde la universidad, se matriculó en el primer curso en la Universidad de Essex, a las afueras de Londres, tras cogerse un año sabático para llevar a cabo un voluntariado en Camboya con la ONG de Monseñor Enrique Figaredo. Se desconoce si en la capital prosigue los estudios o, por el contrario, está centrado solo en su labor de voluntariado y ha dejado aparcada la carrera de momento.

La idea de mudarse a la capital fue para estar más cerca de su padre y que cuando éste obtuviese el tercer grado −que precisamente le acaba de denegar la Fiscalía de Valladolid− su domicilio fuese el de arraigo, aunque tenga que volver a dormir a un centro penitenciario de inserción social. Aunque la Junta de Tratamiento del centro penitenciario votó a favor de esta semilibertad, la Fiscalía considera que aún no ha cumplido ni la mitad de la condena y, aunque ve favorable su evolución, no ve viable la progresión de grado.

Juan Valentín fue uno de los cuatro hijos de Iñaki Urdangarin que peor llevó la presión mediática por el juicio y el posterior encarcelamiento de su padre. También al ser el primogénito le une una relación especial con él, por eso ha sido el único hijo que ha ido a visitarlo a la cárcel de Brieva (Ávila). La primera visita fue a principios de julio de 2018 y, al contrario que su madre, no se escondió. Tanto a la entrada como a la salida accedió por la puerta principal, aunque no hay testimonio gráfico ni de esta ni de otras visitas que ha hecho al centro penitenciario donde su padre cumple condena desde junio de 2018.

Una salida

Los que lo conocen aseguran que Juan, además de discreto es muy introvertido, por lo que ha encontrado la manera de realizarse ayudando a los demás. Este verano, como es habitual desde que estallara el Caso Nóos, la Infanta Cristina y sus cuatro hijos se han refugiado unos días en Bidart junto a su familia paterna. Allí hemos podido ver a los tres hermanos varones practicando bodysurf en esta playa de la costa francesa.

Pero Juan no es el único de los Urdangarin Borbón que experimenta un cambio en este curso escolar, que está a punto de arrancar. Su hermano Miguel, de 18 años, se habría matriculado en una universidad de Londres para estudiar Ciencias del Mar, ya que está muy concienciado con la protección y el uso racional de los océanos. Mientras que Pablo, de 19 años, pasará el año en Barcelona, donde busca equipo de balonmano donde poder jugar esta liga, tras abandonar el HBC Nantes, y para seguir persiguiendo su sueño de jugar en la Selección Española. Al parecer, según publica «Vanitatis», el joven ha estado entrenando este verano en el Barça, aunque sin ficha, para intentar quedarse en este u otro equipo de la zona. Pero de momento no hay nada claro ya que el mercado de fichajes no está cerrado.

Con un hijo en Madrid, otro en Londres y el tercero en Barcelona, la infanta Cristina y su hija pequeña Irene, de 15 años, se quedan solas en Ginebra, donde, según fuentes cercanas, este año se les hará muy duro aunque es más frecuente de lo que creemos que visiten la capital, al menos un par de fines de semana al mes. Irene comenzó el pasado 31 de agosto las clases en Ecolint, el centro de enseñanza suizo que está entre los 20 mejores del mundo. El curso cuesta 30.000 euros al año y allí también estudiaron sus otros tres hermanos. Mientras, Doña Cristina seguirá trabajando a tiempo parcial en la AKDN, organización con fines filantrópicos fundada por el Príncipe Aga Khan.

Ginebra seguirá siendo su residencia oficial, a la espera de la semilibertad de su marido, que le obligaría a trasladarse a Madrid, hasta que decida si pone tierra de por medio en busca de un país donde empezar de cero, ahora que tres de sus hijos mayores ya se han independizado.

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