Los casos más aterradores en los que trabajó la pareja de “El Conjuro” - 800Noticias
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James Wan basó su película, El Conjuro, en la historia real de Ed y Lorraine Warren, una pareja de investigadores paranormales que se dedicaron a viajar por todo el país para intentar resolver los casos más perturbadores. En este caso, la historia real es mucho más tenebrosa que lo que podemos ver en la película.

En la primera parte de la historia de Wan, los Warren deben viajar a una granja para ayudar a una familia aterrorizada por una presencia diabólica, que después comienza a conectarse con el resto de las historias de la antología de terror que incluye muñecas diabólicas, niñas poseídas, fantasmas y hasta un espíritu ancestral que ha estado acosando a sus víctimas por generaciones.

En realidad, Ed y Lorraine Warren eran demonólogos, autores, conferencistas y dueños de un museo que se convirtieron en los más famosos investigadores de todo lo paranormal, realizando sus estudios a través de la New England Society for Psychic Research que los llevó a presenciar exorcismos, sesiones espiritistas y limpias, que supuestamente quedaron documentados a través de un registro fotográfico que ellos mismos realizaban.

El trabajo de los Warren los llevó a conocer los casos más espeluznantes que, eventualmente, inspiraron algunas de las películas más aterradoras, y no solo las de El Conjuro, los Warren también investigaron casos como el de la casa embrujada de Amityville y The Haunting in Conneccticut.

Estos son algunos de los casos más inquietantes investigados por los Warren.

La familia Perron

Esta fue la familia que inspiró la historia de El Conjuro. Todo empezó cuando los Perron se mudaron con sus 5 hijas a una casa en Harrisville, Rhode Island, sin saber que tenía otro habitante tenebroso.

La casa se construyó en 1736 y originalmente le pertenecía a una mujer llamada Bathsheba Thayer, quien vivió ahí con sus 4 hijos, 3 de los cuales supuestamente murieron ahí en condiciones sospechosas. Eso que hizo que la comunidad rechazara a la mujer y la acusara de brujería, y la llevó a cometer suicidio. Los Perron se mudaron ahí mucho, muchos, años después, pero, supuestamente, ellos tuvieron encuentros con fantasmas, algunos supuestamente jugaban con los niños, pero otros eran más aterradores y se dice que Carolyn, la mamá, era la que más experimentaba estas cosas (voces, muebles que se movían solos, golpes, etc…).

Los Warren finalmente fueron llamados en 1974 lo que enfureció más a los fantasmas y la familia tuvo que pedirles que se fueran para tranquilizarlos y nunca se supo si lograron librarse de ellos. Esta es la historia que James Wan tomó para la primera película, y se dice que alguien compró la casa recientemente.

El caso Amityville

La casa de Amytiville

Esta es la más famosa investigación de los Warren y también fue adaptada al cine.

La investigación comenzó después de que la familia Lutz se mudó a la casa de Amityville en Long Island en 1975, pero esta no era una casa cualquiera, supuestamente, ahí se había cometido un brutal asesinato. Años antes de los Lutz, Ronald DeFeo asesinó a sus papás y hermanos mientras dormían, al mudarse, los Lutz supuestamente empezaron a experimentar cosas extrañas, voces, invasiones de moscas y apariciones, y las cosas se volvieron tan aterradoras, que la familia salió huyendo a la mitad de la noche y nunca volvieron.

Los Warren llegaron a investigar un tiempo después un llevaron a un equipo de televisión con ellos. Al recorrer la casa, determinaron que la tierra estaba maldita y Lorraine quedó especialmente afectada. “Amityville fue horrible”, dijo durante una conferencia de prensa para The Conjuring. “Fue absolutamente horrible. Nos siguió por todo el país … Nunca más volveré a la casa de Amityville”.

La verdadera

En otra ocasión, los Warren fueron llamados para investigar una vieja muñeca Raggedy Ann que fue comprada en una feria de antigüedades. El dueño se la regaló a su hija, quien comenzó a notar que la muñeca se movía sola y aparecían mensajes extraños en su ropa, lo que los llevó a llamar a una médium que les dijo que la muñeca estaba poseída por el espíritu de una niña llamada Anabelle.

Cuando los Warren llegaron, ellos determinaron que la muñeca estaba maldita y se dice que realizaron un ritual para liberarla de la presencia malvada, y después se la llevaron a su museo sobrenatural, donde sigue hasta la fecha.

El caso de Connecticut

En 1986, Carmen y Al Snedeker rentaron una casa en Connecticut para poder estar cerca del hospital en el que su hijo estaba recibiendo un tratamiento, pero ellos no sabían que la casa tenía un pasado oscuro y que en el sótano escondía una casa funeraria y una morgue.

Supuestamente, después de mudarse, su hijo comenzó a tener visiones aterradoras, las luces se encendían solas, los objetos se movían sin explicación y, de vez en cuando, el agua supuestamente se ponía roja, y eso fue lo que los llevó a llamar a Ed y Lorraine, quienes determinaron que todo eso se debía a los fantasmas de las personas que fueron llevadas a la casa funeraria, así que la familia decidió mudarse.

El caso de Arne Cheyenne Johnson

Este fue un caso en el que los Warren fueron llamados a testificar a favor de un hombre que se encontraba en juicio por asesinato, pero llegaba como defensa que “el diablo me obligó a hacerlo”. En 1981, Johnson asesinó a un hombre durante una cena con sus amigos, Johnson dijo que un año antes, su cuñado tuvo una visión extraña (de un hombre con una descripción similar al demonio de Insidious), lo que llevó a la familia a llamar a los Warren, quienes ayudaron al niño, pero los espíritus no desaparecieron, pasaron a Arne, quien dijo que ellos fueron quienes lo obligaron a matar al hombre.

La defensa no funcionó y Johnson fue encontrado culpable y sentenciado a pasar años en prisión.

Con información de GQ México

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