Los buhoneros no le paran a las advertencias de la Sundee
Tras las advertencias de la Superintendencia de Precios Justos en torno a la venta de productos regulados en las calles, los buhoneros no han dejado de vender jabón de lavar, lavaplatos, papel toilette y cualquier otro rubro de la cesta básica.
«Si yo no trabajo, no como», dice un economista informal en respuesta a la posibilidad de que la Superintendencia de Precios Justos les obligue a dejar de vender estos rubros, tal como lo anunciaron.
El pasado miércoles, el presidente de la Sundee aseguró que emprenderá una «fuerte ofensiva» en contra de los buhoneros que vendan productos regulados.
Esta advertencia poco importa a los comerciantes de la calle, quienes consideran que no están haciendo nada malo y que inclusive representan una opción para quienes no pueden comprar en negocios tradicionales.
«Hay gente que trabaja todo el día y no puede meterse en una cola de ocho horas para comprar lo básico, nosotros se lo vendemos, un poquito más caro, pero al menos se lo vendemos», dice otro buhonero que prefirió mantenerse en el anonimato.
La Sundee se ha paseado por las calles de Petare en varias oportunidades, les desmonta los negocios, pero al día siguiente los puestos con nueva mercancía vuelven.
En Catia y Quinta Crespo el panorama es otro. En la parroquia Sucre se ven escasos buhoneros. Los que están se mantienen alerta «por si llegan las autoridades», dice un vendedor.
En Quinta Crespo los buhoneros guardan la mercancía en bolsas para evitar la mirada pública. Quienes quieren comprar, lo piden y lo pagan «caleta».
Espera. En Catia las colas para comprar pollo fueron interminables. La gente llega la noche del miércoles a las 9 pm para estar de primeros.
«Aquí llega pollo dos o tres veces a la semana y nos organizamos, pero cuando no llega es culpa de los mataderos. El Gobierno debería intervenirlos, para que garanticen el abastecimiento», dijo una fiscal de la Sundee.
800Noticias/Odell López