Los «bicitaxis» se multiplican por la escasez de gasolina
800 Noticias
El sol de Maracaibo es tan abrasivo que puede romper tejas, exageran sus habitantes. Caminar al son de unos 35 grados centígrados, sin buses ni carros de servicio público a la vista, agota. Por eso, ciudadanos como Wendy Valbuena han optado por embarcarse a diario en los medios de transporte de moda en el oeste de la ciudad: los bicitaxis.
No son unidades de transporte convencionales. Se trata de bicicletas modificadas para llevar a dos o más pasajeros en asientos dentro de amplios cajones a las espaldas de sus choferes; tienen toldos de tela en techos y laterales; cuentan con espacios para cargar las pertenencias de pasajeros; algunos hasta exhiben reproductores de música y vistosos retrovisores.
“La ventaja es que no te vas a pie, porque es que no hay carros” de transporte público, dice a la Voz de América Wendy, entrada en sus 50 años, sentada sobre un cojín, detrás de un joven chofer que se seca el sudor de tanto pedalear.
El bicitaxi surgió en esa ciudad del occidente de Venezuela durante la pandemia por Covid-19, cuando, desde marzo de 2020, los gobiernos locales restringieron el transporte urbano para evitar mayores olas de contagios.
Nació como una alternativa para rutas cortas y, desde entonces, se han multiplicado hasta contarse en cientos en las calles aledañas a La Curva de Molina, epicentro de una de las zonas más empobrecidas de la urbe.
Amplíe la información en Tal Cual