Los bebés neandertales eran destetados a los seis meses
EFE
Tres dientes de niños neandertales de hasta 70.000 años de antigüedad han permitido saber que los bebés empezaban a tomar alimentos sólidos hacia los seis meses, la misma edad que ahora, y que su ritmo de crecimiento era similar al del Homo sapiens.
Un estudio que publica hoy Pnas indica que los neandertales no se comportaban de una manera muy diferente a la actual al criar a sus hijos y que las poblaciones pasaban la mayor parte del tiempo cerca de los lugares donde vivían.
Los tres dientes de leche, de entre 70.000 y 45.000 años, encontrados en una pequeña zona del noroeste de Italia, han permitido a un equipo de investigadores británicos, italianos y estadounidenses determinar el ritmo de crecimiento de los niños y el inicio del destete.
Los dientes crecen y registran información en forma de líneas de crecimiento (similares a los anillos de los árboles), las cuales pueden leerse con técnicas histológicas y que los investigadores combinaron con datos químicos obtenidos con un espectrómetro de masa de láser.
Gracias a los análisis, pudieron demostrar que esos neandertales introdujeron alimentos sólidos en la dieta de sus hijos hacia los cinco o seis meses de edad.
En los humanos modernos, la primera introducción de alimentos sólidos se produce alrededor de los seis meses, cuando el niño necesita un suministro de alimentos más energéticos, lo que es una práctica compartida por culturas y sociedades muy diferentes.
En comparación con otros primates, señaló Federico Lugli de la Universidad de Bolonia, «es muy posible que la elevada demanda de energía del cerebro humano en crecimiento desencadene la temprana introducción de alimentos sólidos en la dieta de los niños».
Aunque los neandertales son nuestros «primos» más cercanos dentro del árbol evolutivo humano, su ritmo de crecimiento y sus limitaciones metabólicas en los primeros años de vida son todavía muy debatidas en la literatura científica.
Los resultados del trabajo implican la existencia de demandas energéticas similares durante la primera infancia y un ritmo de crecimiento cercano entre el Homo sapiens y los neandertales, según Stefano Benazzi, también de la Universidad de Bolonia.
Estos factores «sugieren posiblemente que los recién nacidos de neandertal tenían un peso similar al de los neonatos humanos modernos, lo que apunta a una probable historia gestacional y ontogenia de vida temprana similares, y un intervalo entre nacimientos potencialmente más corto», agregó.
Además de la dieta y crecimiento tempranos, los científicos reunieron datos sobre la movilidad regional de esos neandertales utilizando análisis de isótopos de estroncio.
Los resultados apuntan a que fueron «menos móviles» de lo que otros estudiosos han sugerido, según Wolfgang Müller de la Universidad Goethe de Fráncfort.
Los tres dientes de leche se encontraron en una zona limitada del noreste de Italia, entre las actuales provincias de Vicenza y Verona: en las cuevas de Broion, Fumane y De Nadale.
«La firma de isótopos de estroncio registrada en sus dientes indica, de hecho, que pasaron la mayor parte del tiempo cerca de su casa», lo que refleja y un probable uso reflexivo de los recursos locales.