López Obrador niega presuntos excesos de la presidencia y destaca ahorros
EFE
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se defendió este miércoles de acusaciones sobre presuntos gastos onerosos en comida en su Gobierno y destacó el ahorro respecto al último año de la Administración anterior.
«Existe una disminución considerable del presupuesto en términos generales», dijo López Obrador en su conferencia matutina desde Palacio Nacional.
Dijo que en 2018 se ejercieron alrededor de 3.000 millones de pesos (unos 152,5 millones de dólares) y hasta ahora, tras 8 meses de su Administración, se han gastado apenas 300 millones de pesos (15,2 millones de dólares).
Asimismo, consideró que al final del año el gasto será de 800 millones de pesos (unos 40,6 millones de dólares).
Precisó que en el último año en la Presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018), se destinaron unos 1.000 millones de pesos (unos 50,8 millones de dólares) en gastos administrativos.
Y cerca de 2.000 millones de pesos (unos 101,7 millones de dólares) en gasto del Estado Mayor Presidencial, cuerpo de seguridad que cuidaba al presidente y que López Obrador eliminó.
«Calculamos que vamos terminar el año en 700 u 800 millones de pesos (35,6 o 40,6 millones de dólares) y el gasto mayor tiene que ver con seguros y gastos que tienen que seguir para mantener las instalaciones», apuntó.
De esta manera, el mandatario salió al paso de una serie de acusaciones por gastos excesivos que estalló en días anteriores en redes sociales.
Según el Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios de la Presidencia de México y que hizo público el senador del conservador Partido Acción Nacional (PAN) Julen Rementería el lunes pasado, existía un presupuesto de 335.000 pesos (unos 17.000 dólares) para comprar 20 unidades de longaniza de primera, por lo cual el tema fue etiquetado en redes como #LoganizaGate.
El mismo lunes, el director general de recursos materiales y servicios generales del Gobierno de México, Jael Hernández, atajó las críticas y señaló que los documentos difundidos en redes sociales «no es propiamente el presupuesto que se ejerce y justifica».
Es decir que no eran facturas de compra sino procesos de licitación y que la Administración de Peña Nieto propuso esa lista de compras pero el actual Gobierno no la ha ejecutado.
Aunque el martes había rechazado esa supuesta compra, fue hasta este miércoles cuando López Obrador ofreció su posición respecto al tema, además de que calificó la información que circuló de «calumniosa».
Consideró que esta es una nueva ofensiva de sus adversarios políticos y periodistas al tiempo que pidió que admitieran el error.
El mandatario reivindicó su la política de austeridad «si se ahorra y se terminan los gastos superfluos, los lujos en el Gobierno, no hay necesidad de aumentar impuestos o aumentar el precio de combustibles (gasolinazos)».