López Obrador asume el riesgo de reunirse con Trump
EFE
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está dispuesto a viajar en julio a Washington para reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump, y asumir los riesgos políticos que ello supone.
«La política es como caminar siempre en la cuerda floja. Hay que correr riesgos y tomar decisiones», respondió el mexicano al ser cuestionado por la prensa sobre la posibilidad de que Trump aproveche la reunión para reivindicar el muro fronterizo en plena campaña electoral en Estados Unidos.
De viajar a Washington, sería la primera vez que López Obrador sale de México desde que asumió el poder en diciembre de 2018 y se trataría del primer encuentro con Trump, con quien mantiene una buena relación a pesar de los exabruptos del estadounidense contra los migrantes mexicanos.
EL ANTECEDENTE DE PEÑA NIETO
Cuando López Obrador y Trump manifestaron su intención de reunirse a principios de julio por la puesta en marcha del nuevo tratado comercial de Norteamérica (T-MEC) se recordó en México el funesto encuentro entre Enrique Peña Nieto y Trump en 2016.
El entonces presidente mexicano invitó a una reunión en México al candidato republicano para tratar de suavizar las expresiones de Trump contra México, pero ocurrió todo lo contrario por lo que la mayoría de los mexicanos lo vio como una humillación.
Aquella reunión, en la residencia presidencial de Los Pinos, no sirvió para frenar los comentarios xenófobos de Trump y Peña Nieto admitió al finalizar su mandato que la invitación había sido un error.
«La idea de influir en el debate de Estados Unidos es buena si se hace de manera inteligente pero entonces la ejecución fue pésima y contraproducente», opinó en entrevista con EFE el internacionalista José Enrique Sevilla.
El Gobierno de México y el de Estados Unidos no han cerrado todavía la fecha ni los temas de la agenda más allá de destacar la importancia del T-MEC, pero el Ejecutivo mexicano no quiere que se le relaciones con la campaña electoral estadounidense.
«Nosotros vamos a un encuentro con el presidente de Estados Unidos, no con el candidato. Nos vamos a mantener al margen de este proceso electoral como hemos hecho hasta ahora», dijo a Efe el director general para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Roberto Velasco.
No obstante, para José Enrique Sevilla, profesor de la Universidad Veracruzana, «la pura presencia de López Obrador en tiempo electoral ya es un tipo de intervención en la campaña».
LA MIGRACIÓN, EL TEMA A EVITAR
El Gobierno de México ha propuesto que a la reunión acuda también el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien todavía no se ha pronunciado, aunque a nadie se le escapa que en el fondo de la cuestión está la reunión entre el mandatario mexicano y el estadounidense.
«No me queda muy claro por qué Trump querría invitar a López Obrador. No sé qué rédito electoral sacaría de humillarlo», expresó el internacionalista sobre los miedos que algunos han externalizado.
Aunque López Obrador era muy crítico con Trump siendo candidato, desde que preside del país ha mantenido una relación muy cordial con el estadounidense, quien siempre habla en buenos términos del mexicano.
Pero el experto planteó la posibilidad de que Trump aproveche el encuentro como un acto electoral para resaltar el acuerdo migratorio del año pasado por el cual México se comprometió a frenar a los migrantes con la Guardia Nacional.
De todas formas, el Ejecutivo mexicano no tiene intención de abordar cuestiones migratorias, debido a que «hasta este momento no ha sido ya un tema por la forma en que se han disminuido los cruces» en la frontera, dijo Velasco.
«Por supuesto que nosotros lo que deseamos es que la conversación se centre en los puntos en los que tenemos acuerdos y queremos profundizar, como la parte comercial y de inversiones», defendió Velasco.
Además de la posibilidad de enfangarse en temas migratorios, la visita se podría girar en contra de López Obrador por no buscar también un encuentro con el candidato demócrata, Joe Biden, del mismo modo que en su día Peña Nieto se olvidó de Hillary Clinton.
Sevilla cree que si Biden ganara las elecciones del 3 de noviembre, «no sería raro que se cobrara esta visita con exigencias a México».
«López Obrador no solo corre un riesgo de imagen, sino también el riesgo de que pierda Trump. Porque al acudir a la reunión, está asumiendo que Trump va a ganar», apuntó.