Londres prohíbe reuniones sociales y el norte se rebela contra Johnson
EFE
Las reuniones bajo techo entre personas que no conviven en un mismo hogar quedarán prohibidas en Londres a partir de la medianoche del viernes, mientras la ciudad de Manchester, la mayor del norte de Inglaterra, se resiste a imponer nuevas restricciones para frenar la expansión de la pandemia.
Diversas autoridades locales del norte de Inglaterra se oponen al sistema de medidas regionales que ha establecido el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, y le exigen que incremente los contrapartidas económicas para empresas y trabajadores que se vean perjudicados por esos confinamientos.
En Manchester, donde el impacto de la covid roza los 450 casos por cada 100.000 habitantes, el Gobierno quiere imponer el máximo nivel de alerta establecido en una escala de tres, que conlleva el cierre de bares y, previsiblemente, de otros negocios como gimnasios y casinos.
El alcalde laborista de esa localidad, Andy Burnham, se opone a ese plan y asegura que los propios consejeros médicos del Ejecutivo central le han trasladado que tan solo un confinamiento en el conjunto de Inglaterra sería totalmente efectivo para frenar el virus.
Esa es precisamente la demanda estrella del Partido Laborista, Keir Starmer, que presiona a Johnson para que imponga un cierre nacional de negocios no esenciales y reduzca la movilidad durante un periodo breve, de dos o tres semanas, para «cortocircuitar» la transmisión comunitaria de la covid y dar un respiro al sistema público de salud.
«Nos están pidiendo que pongamos en riesgo nuestros puestos de trabajo y un amplio sector de nuestra economía con una estrategia que según sus propios expertos no es seguro que funcione», lamentó el alcalde del área metropolitana de Manchester.
Johnson afronta reticencias asimismo desde sus propias filas, ya que diversos diputados conservadores que representan a regiones del norte de Inglaterra se oponen también a la hoja de ruta del Gobierno.
Restricciones en Londres
Algunas zonas de la capital británica han superado una incidencia de 100 casos de covid por 100.000 habitantes, el umbral a partir del cual el Gobierno activa el grado de alerta «elevado», un paso que el alcalde de Londres, el también laborista Sadiq Khan, ve con buenos ojos.
A partir de este fin de semana, no podrán encontrarse en espacios interiores personas no convivientes, un veto que inevitablemente afectará a bares y restaurantes, que sin embargo podrán permanecer abiertos hasta las 10 de la noche.
Se mantendrá asimismo la limitación en reuniones de grupos de hasta seis personas en exteriores. El Gobierno recomienda desde hace varias semanas el teletrabajo para los empleados que pueden desarrollar su actividad a distancia y desincentiva el uso del transporte público si no es para desplazamientos esenciales.
Con todo, la empresa que gestiona el transporte en Londres, TfL, informó hoy de que el pasado viernes se registró la mayor ocupación del metro de la capital británica desde el pasado marzo, con 1,56 millones de desplazamientos.
Avance de la pandemia
En las últimas 24 horas se registraron en el conjunto del Reino Unido 18.980 nuevos contagios, por debajo de los 19.724 comunicados ayer, y 138 fallecidos en un periodo de 28 días tras haber dado positivo en un test de covid-19.
Según las cifras oficiales, desde el inicio de la pandemia se han registrado 57.960 decesos en el Reino Unido en los que la enfermedad ha quedado reflejada en el certificado de muerte.
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, afirmó que por ahora no es necesario volver a poner en funcionamiento el hospital de emergencias que se instaló durante la primera ola de la pandemia en el centro de convenciones ExCeL, si bien aseguró que el Gobierno está preparado para hacerlo si fuera necesario.
Como medida adicional para tratar de contener los contagios, el Ejecutivo anunció hoy la retirada de Italia, el Vaticano y San Marino de la lista de corredores aéreos seguros, por lo que los viajeros que lleguen al país desde esos destinos deberán cumplir una cuarentena de 14 días, como ya hacen aquellos procedentes de España, Francia y otros Estados. EFE