Localizan con vida pero golpeado al adolescente desaparecido en México
El País
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, anunció que las autoridades del Estado de México han encontrado a Marco Antonio Sánchez. El estudiante, de 17 años, desapareció el pasado martes tras ser detenido por la policía de la capital mexicana. El joven está desorientado y visiblemente golpeado, informan sus familiares. Lo han encontrado a las afueras del fraccionamiento Los Álamos en el municipio de Melchor Ocampo.
Después de días de confusión y zozobra, de carecer de pistas sobre el paradero del muchacho, el caso dio un giro inesperado durante la tarde del domingo. Los padres reconocieron al menor en un vídeo que les mostraron las autoridades. Se trataba de una grabación de la noche del sábado, en la que se veía al joven con la cara golpeada, sin abrigo y sin su mochila en un juzgado de Tlalnepantla, en el Estado de México. Las autoridades lo habían arrestado por segunda vez después de ver sus «movimientos erráticos» por la calle y considerar que su vida corría peligro. Pese a que para entonces la denuncia de su desaparición era ya conocida, y se trata de un menor de edad, fue puesto en libertad.
Mancera ha comparecido dos veces ante los medios este domingo. Una pasadas las ocho y otra poco después, que invalidaba la anterior: la policía había encontrado a Marco. La vertiginosa sucesión de acontecimientos dejan abiertos de momento la mayoría de interrogantes del caso. ¿Por qué la policía detuvo al joven? ¿En qué circunstancias lo liberaron? Y también, ¿cual será el destino de los agentes?
El paradero de Marco Antonio Sánchez ha tenido en vilo a la Ciudad de México los últimos días. El estudiante se encontraba, alrededor de las 16.30 del martes, con un amigo en la colonia del Rosario. Habían salido, según el relato del amigo, a hacer fotografías. Siempre según esa versión, contada a través de varios familiares, Marco Antonio vio un mural con un grafiti que le gustó y pidió a un joven que pasaba por allí que posara para una foto. Cuatro policías se acercaron y acusaron a Sánchez Flores de querer atracar al joven. «No me está robando, solo me están tomando una foto», dijo el muchacho, según su amigo. Los agentes insistieron en que había cometido un delito y revisaron su mochila. Sánchez se asustó y echó a correr hacia una estación del Metrobús. Los uniformados salieron detrás de él, lo alcanzaron y lo maniataron, sostiene la familia a partir de lo que les contó el amigo. La última imagen que se conocía de él hasta este domingo por la tarde era de ese momento: una fotografía del joven, esposado y sometido por dos agentes.
Según el amigo de Marco, la única versión que se ha conocido durante días, los agentes subieron al joven estudiante al vehículo policial para llevarlo al Ministerio Público 40, donde nunca llegó. El relato oficial se ha filtrado a cuentagotas. Las autoridades no han dado una primera versión de los hechos hasta el mediodía de este domingo, tras los reclamos de la familia y la creciente indignación ante la falta de información sobre el paradero de Sánchez Flores.