Llega a París un segundo vuelo con más de 200 evacuados de Kabul
EFE
Un vuelo militar con más de 200 personas evacuadas por Francia en Kabul llegó este miércoles a París, el segundo de este tipo un día después de una primera operación de repatriación.
En un comunicado, el Gobiero francés indicó que en ese avión, que aterrizó en el aeropuerto Charles de Gaulle de la capital francesa poco antes de las 21.00 horas (19.00 GMT), había, además de 25 franceses y personas de varias nacionalidades, «una gran mayoría de afganos, entre ellos un número importante de mujeres y niños».
Había despegado de la base que Francia tiene en Abu Dabi, donde se había organizado la escala de las 216 personas exfiltradas de Kabul en la noche del martes al miércoles con otra aeronave militar francesa. El Ejecutivo había precisado que junto a los 25 franceses había 184 afganos, cuatro neerlandeses, un irlandés y dos kenianos.
Según el ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, esos afganos son miembros de «la sociedad civil que necesitan protección».
La mayor parte estaban refugiados en la embajada francesa de Kabul, que por razones de seguridad ha trasladado sus servicios al aeropuerto de la capital afgana.
El departamento de Exteriores hizo hincapié en que a su llegada a París se les propone un acompañamiento médico-psicológico y material.
También se han puesto en marcha «procedimientos acelerados» para que puedan obtener visados una vez realizadas «las verificaciones necesarias» para garantizar «la seguridad interior».
Los que no tienen completada la pauta de vacunación contra la covid se someten de forma sistemática a test y deben guardar una cuarentena de diez días, puesto que Francia tiene a Afganistán en su «lista roja» de riesgo.
El martes por la tarde llegaron a París 41 personas -entre franceses y extranjeros- del primer vuelo militar francés de evacuación de Kabul desde que la capital afgana cayó en manos de los talibanes.
Según el Gobierno francés, había entonces «varias decenas» de franceses en Afganistán, pero también se quería sacar a unos cientos de miembros de la sociedad civil afgana, así como a los que habían trabajado para los militares franceses que participaron en la misión internacional allí entre finales de 2001 y 2014 y a sus familias.
La mayor parte de este último grupo ya han sido acogidos en Francia.