Liga Árabe acusa al régimen sirio de cometer «crímenes de guerra» en Alepo
EFE
La Liga Árabe acusó hoy al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, de cometer «crímenes de guerra» en su ofensiva contra los barrios de la ciudad septentrional de Alepo, controlados por las fuerzas rebeldes.
El portavoz de la organización panárabe, Mahmud Afifi, declaró que los bombardeos indiscriminados, el lanzamiento de barriles de explosivos y el asedio inhumano de civiles en el este de Alepo «están al nivel de los crímenes de guerra».
Afifi, que también calificó los recientes ataques contra hospitales en zonas de la oposición por parte de la aviación rusa y del régimen sirio de «violación» contra la legislación internacional, instó a una intervención inmediata de la comunidad internacional «para detener el baño de sangre» en Alepo.
«El silencio y la indiferencia sobre lo que ocurre en Alepo es algo censurable, especialmente cuando continúa el bombardeo contra hospitales de manera intencionada», dijo el portavoz.
Para Afifi, el ataque «sistemático de hospitales es una manera de vengarse de la población civil y de empujarla a abandonar sus hogares».
La organización pidió también el inmediato cese de las hostilidades y que se permita la entrada de ayuda humanitaria a la localidad.
El pasado 22 de septiembre, las fuerzas gubernamentales sirias, respaldadas por la aviación rusa, retomaron su ofensiva en Alepo en un intento de progresar frente a los rebeldes, días después del fin de una tregua de una semana acordada en todo el país.
Hasta el momento, como consecuencia de los bombardeos rusos y de la aviación y la artillería sirias, cuatro hospitales del este de Alepo han dejado de ofrecer sus servicios.
Se trata de los centros hospitalarios Omar bin Abdelaziz, en el barrio de Al Maadi; Shawqui Hilal, en el barrio antiguo; Al Daqad, en la zona de Al Shaar, y el hospital de Al Sajur, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Esta ONG denunció que la intención de estos ataques es forzar a la población civil a huir a zonas controladas por el gobierno para recibir atención médica y que los civiles presionen a los milicianos para que acepten una rendición ante las tropas del régimen. EFE
