Liderazgo y solidaridad, ejes cruciales en la Cumbre Mundial de la Mujer
EFE
Educar a niños y niñas en principios de igualdad, desvincularse de la indiferencia ante actos violentos y despertar la sororidad, fueron algunas de las ideas propuestas este jueves durante la Cumbre Mundial de Mujeres que se celebra en Ecuador.
Durante esta segunda jornada de una cumbre que reúne a expertos y activistas de 25 países, ponentes de Venezuela, Portugal, la Autoridad Palestina, Paraguay, Argentina y Perú dialogaron sobre empoderamiento femenino, así como también sobre la importancia de la participación e independencia de la mujer en el aspecto social y laboral.
La abogada ecuatoriana María Fernanda Garcés propuso un mecanismo o «mapa del tesoro» para que las mujeres puedan desenvolverse y encaminarse hacia el «empoderamiento económico».
Según esta experta, la desigualdad en el ejercicio pleno de los derechos repercute en que, por la necesidad de cuidar del hogar y familia, «las mujeres tienen menos tiempo para aprovechar las oportunidades económicas», lo que a su vez contribuye a la desigualdad laboral en cargos y remuneración.
«Muchas mujeres ganan hasta un 25 por ciento menos que sus pares hombres en trabajos iguales», se quejó.
Es así que el denominado «mapa del tesoro», que no hace sino referencia a una suerte de hoja de ruta, invita a «la incorporación de actores como organizaciones sociales, fundaciones, la academia, gobiernos locales y organismos internacionales» a que solucionen la problemática que enfrentan las mujeres en su vida diaria.
La conferencias, dictadas por expertos de diferentes países, se enfocaron este jueves en tertulias sobre el rol de la mujer dentro del contexto político, su importancia en el hogar y el empoderamiento en general, y en sectores empresariales, desde una capacidad de decisión propia.
En ese sentido, la exministra de la Mujer y Poblaciones vulnerables de Perú, Gloria Montenegro, hizo hincapié en la importancia de la participación política de la mujer y de alentar la motivación a nivel escolar de cara a la «participación por la comunidad, el bienestar de la población y la importancia de generar políticas púbicas con amplia participación de género».
Y presentó su propuesta de «coeducar» desde una temprana edad, tanto a niños como a niñas, sobre pilares de igualdad pues «tenemos que luchar para que, realmente, nuestros niños y adolescentes se sientan empoderados».
Por su parte, la argentina Ana María Unhold, embajadora de la fundación «Mujeres sin límites», desarrolló un conversatorio en el que introdujo a la audiencia en la idea de «educar para la no violencia y la libertad».
«Sororidad» fue un término que se repitió en varias ocasiones durante su charla, que Unhold enfocó hacia la idea de que, aunque la mujer cumpla muchos roles en la sociedad, «su primer rol es ser mujer, con su identidad y feminidad».
Ser mujer «sin adoptar características masculinas para ser aceptadas en un mundo de hombres donde todavía hay desigualdad de oportunidades», dijo al alentar a expandir este principio entre las mujeres.
Fomentar entre ellas «la valoración de la otra, la solidaridad, la mano tendida y transmisión de saberes», en función de que todo esto «pese más que la competencia e indiferencia» de unas hacia otras.
La Cumbre de la Mujer, convocada por la fundación «Mujeres sin límites», se prolongará hasta este sábado, con paneles sobre el papel de la mujer en el ejercicio de la comunicación, liderazgo femenino, empoderamiento en el campo económico e, incluso, en todo lo relacionado a la covid-19.