Obispo portugués admite encubrimiento de abusos
EFE
El obispo de Leiria-Fátima, José Ornelas, presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), investigado por el presunto encubrimiento de abusos sexuales, ha reconocido que se ocultaron casos ocurridos en el seno de la Iglesia y ha pedido perdón a las víctimas.
«Pido siempre disculpas a estas personas, siempre que hablo de esto. No son disculpas, es perdón. Porque estas personas fueron abusadas donde menos deberían haberlo sido», ha dicho el obispo en una entrevista con CNN Portugal.
Ornelas ha admitido también que durante años se «encubrieron» abusos dentro de la Iglesia Católica, y «eso no es bueno».
El presidente de la CEP se refirió a las sospechas por pedofilia que pesan sobre el obispo de Timor y Nobel de la Paz, Carlos Filipe Ximenes Belo, para asegurar que se enteró «en estos días» y «con gran tristeza».
«Pienso en él, en sus víctimas y pienso en lo que esas víctimas significan», comentó el obispo durante la entrevista en relación con Belo, uno de sus compañeros en la carrera de Teología.
Según el diario Observador, pese a las declaraciones de Ornelas, la Iglesia Católica portuguesa conoce el caso al menos desde hace doce años.
Las declaraciones de Ornelas se producen después de que la Fiscalía lusa confirmara, el sábado, que está bajo investigación por el presunto encubrimiento de abusos cometidos en un orfanato de Mozambique dirigido por sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (dehonianos) cuando el hoy obispo era líder de la congregación.
De acuerdo con el diario Público, Ornelas recibió en 2011 denuncias de un profesor sobre abusos contra menores cometidos por sacerdotes dehonianos y no investigó.
El obispo sostiene que siguió los «procedimientos adecuados» y abrió un proceso interno del que no hay registro.
Una comisión independiente, presidida por el psiquiatra Pedro Strecht, investiga los abusos ocurridos en el seno de la Iglesia Católica en Portugal.
Hasta ahora,la comisión ha confirmado más de 400 casos y considera probado que ha habido encubrimiento y que algunos acusados continúan activos en la Iglesia.