Líder de Hizbulá acusa a partido cristiano de querer iniciar una guerra civil
EFE
El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, acusó este lunes a la formación política cristiana Fuerzas Libanesas de querer iniciar otra guerra civil tras responsabilizarla directamente del tiroteo contra una manifestación en Beirut que dejó siete muertos la semana pasada.
Nasralá aseguró en un discurso televisado que, por el armamento y al entrenamiento de los autores del ataque, «parece que hay una milicia dentro de las Fuerzas Libanesas cuya agenda real es provocar una guerra civil para concentrar a cristianos en una cierta área demográfica y establecer un cantón cristiano».
El líder chií acusó a esa formación política, una antigua milicia que operó durante la guerra civil en el Líbano entre 1975 y 1990 y que ahora constituye el segundo mayor bloque cristiano en el Parlamento nacional, de haber orquestado el ataque del pasado jueves, que calificó como «genocidio».
Igualmente calificó a su jefe, Samir Geagea, de «matarife y criminal» y como «la mayor amenaza» para el país al tiempo que conminaba a todos los libaneses a «plantarle cara para evitar una guerra civil».
«Tenga presente que la estructura militar de Hizbulá incluye a 100.000 combatientes (solo en el Líbano). ¿Con quién están tratando de iniciar una guerra civil? No cometa un error de cálculo», advirtió dirigiéndose a Geagea.
Nasralá exigió también una investigación rápida del tiroteo del jueves, cuando francotiradores dispararon contra simpatizantes de Hizbulá y el también partido chií Amal que se dirigían a participar en una protesta contra el juez encargado de investigar la explosión ocurrida en agosto de 2020 en Beirut.
El magistrado, Tarek Bitar, que investiga el estallido que hace más de un año causó más de 200 muertos y 6.500 heridos en la capital libanesa pretende citar a varios ex altos cargos de Amal son sospechosos de negligencia.
El dirigente de Hizbulá aseguró que recogerán a sus «mártires» y sanarán sus heridas para «evitar la guerra civil», pero si la investigación sobre lo ocurrido es «politizada» habrá «otro tipo de diálogo».
«No dejaremos la sangre de nuestros mártires en el suelo», advirtió.