Liberan a anciana que pidió cese de las muertes en protestas de Nicaragua - 800Noticias
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EFE

Una anciana de casi 80 años de edad, que en julio pasado pidió el cese de las muertes en las protestas de Nicaragua, fue liberada  tras varias horas de arresto, cuando pretendía participar en una manifestación contra el presidente Daniel Ortega.

Miriam del Socorro Matus, conocida como «La Coquito», obtuvo su libertad tras haber estado detenida la mañana de este domingo en El Chipote, una sede de la Policía Nacional denunciado como centro de tortura por organismos defensores de los derechos humanos.

«Me llevaron a El Chipote, me pidieron mis datos, gracias a Dios me trataron bien», dijo «La Coquito» a periodistas, tras ser liberada.

La anciana relató que antes de iniciar una protesta contra Ortega, que fue frustrada por la Policía, agentes se seguridad la trataron mal durante el arresto, hasta que perdió el conocimiento.

«Yo estaba parada, uno de ellos dijo ‘llévate a esta vieja’, dos de ellos me agarraron del cuello y me querían zumbar (a la tina de una camioneta), como yo no puedo trepar porque soy operada de una rodilla, me aventaron como chancho (puerco), y cuando me sentí demasiado ultrajada, perdí el conocimiento», relató la mujer de 78 años de edad.

«Pedí compasión, pero uno de ellos dijo: qué compasión ni mierda», agregó».

El viernes pasado la Policía Nacional calificó de «ilegales» las manifestaciones contra Ortega, y advirtió que arrestaría a quien las convocara, pese a las críticas de los organismos defensores de derechos humanos, que insisten en que la Constitución de Nicaragua establece que las protestas son legítimas y no necesitan permiso de las autoridades.

«La Coquito» se hizo popular en mayo pasado cuando, a pesar de ser una anciana que gana menos de dos dólares por día vendiendo agua y galletas en la calle, decidió regalar su venta a un grupo de manifestantes que no tenían dinero para comprar.

«Es un gran dolor que a estas criaturas les pase una bala, no son nada mío, pero son seres humanos, con hijos, con madres, padres, familias que sufren y por eso estoy a su lado. Me siento muy dolorida aunque yo no perdí ningún hijo. Las veo (a madres) que perdieron hijos por culpa de un gobierno que no quiere dejar el poder», dijo posteriormente «La Coquito», en una entrevista con Efe.

Este domingo, ya en su humilde vivienda al oeste de Managua, la anciana volvió a pedir al Gobierno el cese de la represión, antes de reventar en lágrimas.

La oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de Ortega por «más de 300 muertos», así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.

Las organizaciones humanitarias cuentan hasta 512 víctimas mortales, mientras Ortega reconoce menos de 200.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de su renuncia, después de 11 años continuos en la presidencia.

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