Más de 700 personas han sido abducidas en escuelas en el noroeste de Nigeria desde diciembre en una serie de secuestros para pedir rescate en la volátil región. El gobernador de Kaduna, Nasir El-Rufai, ha dicho repetidamente que su gobierno estatal no negociará con «bandidos», como se conoce a las bandas criminales, ni pagará rescates.
Usman dijo que se pagó un rescate por la liberación de los estudiantes, pero se negó a decir quién había pagado o cuánto.