+VIDEO| Lenin Moreno aboga por «diálogo» y «solidaridad» para su Gobierno en Ecuador
Agencias
Lenin Moreno, quien este martes recibió las credenciales oficiales como presidente electo de Ecuador, abogó por el «diálogo», la «solidaridad» y la «diversidad» como estandartes de un Gobierno que asumirá el próximo día 24 de manos de Rafael Correa.
En una ceremonia, que tuvo lugar por la mañana en la Asamblea legislativa, Moreno apuntó que no cree en que exista la «verdad absoluta», pues si así fuese, «el sol seguiría girando alrededor de la tierra», y rescató la «diversidad» de su país como fórmula de respeto entre todos los componentes de la sociedad ecuatoriana.
En el acto, celebrado ante cientos de invitados, recalcó que defenderá «todos los derechos y logros alcanzados» en los últimos diez años, en los que su movimiento político, Alianza País, ha estado en el poder.
«Recordemos (…) que en esa década salieron de la pobreza dos millones de ecuatorianos. En esa década se convirtió al Ecuador en el país con las mejores carreteras de Latinoamérica, en uno de los cinco países con soberanía energética en el mundo, que tiene servicios médicos y hospitales», anotó.
E instó a los ecuatorianos a «enfrentar juntos los nuevos retos y desafíos» porque: «Soy el presidente de todos los ecuatorianos y trabajaré por cada uno de ustedes».
El líder de Alianza País (AP, de izquierda) aseguró que será por tanto el «presidente del diálogo» y apeló «a la racionalidad múltiple para hallar la verdad», una misión que realizará con «humildad» y teniendo en cuenta la «diversidad» del país.
También gobernará, destacó, con un «criterio de solidaridad» que distinguió de la «caridad», porque esta última «se hace de forma vertical, con alguien que considera inferior, y le entrega lo que le sobra».
«La solidaridad es horizontal, entre iguales. Es cuando un ser humano que considera igual al otro le da aquello no que le sobra sino lo que, en más de una ocasión, le falta», precisó.
Moreno habló en una ceremonia en el salón José Mejía Lequerica de la Asamblea, en presencia de los más altos funcionarios del Consejo Nacional Electoral (CNE), del poder legislativo -entre ellos, José Serrano, su flamante presidente-, altos mandos de las Fuerzas Armadas y la Policía, diplomáticos extranjeros acreditados en Quito, y varios centenares de invitados.
«Hoy cerramos el proceso electoral en Ecuador», afirmó Juan Pablo Pozo, presidente del CNE, tras la entrega de las credenciales tanto a Moreno como al vicepresidente Jorge Glas, en un discurso en el que rechazó tajantemente la posibilidad de que hubiese habido un fraude electoral, como denunció en su día la oposición.
Dirigiéndose al presidente y vicepresidente electos, Pozo les dijo tras entregarles las credenciales que estas «serán simbólicamente el reflejo de sus luchas (..), de su vocación y voluntad de servir».
También Patricio Baca, presidente del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), indicó que los dos dirigentes políticos fueron elegidos en un proceso transparente y en base a las normativas constitucionales.
Lenin ganó la Presidencia en la segunda vuelta de los comicios del pasado 2 de abril, en los que obtuvo el 51,16 por ciento de los votos frente al 48,84 por ciento de su rival Guillermo Lasso, del movimiento Creando Oportunidades (CREO, de centroderecha), cuyos seguidores denunciaron supuestas irregularidades en el escrutinio.
Unas denuncias que fueron rechazadas nuevamente hoy tanto por Moreno como por el CNE.
Pozo se mostró esperanzado de que las diferencias surgidas en torno a las elecciones «enriquezcan futuros procesos» y que «la construcción de un Ecuador mejor sea la que una nuestros esfuerzos». EFE