Ledezma: “Militares descontentos con el Gobierno me ayudaron a escapar”
ABC
Poco después de comenzar la primera entrevista que concede Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, al diario ABC de España, desde la escandalosa detención en su despacho oficial el 19 de febrero de 2015, el opositor venezolano hace un inciso y se disculpa por la «falta de entrenamiento» que presupone denotan sus respuestas.
Lleva casi tres años sin hablar con medios de comunicación ni dictar conferencias, algo a lo que estaba acostumbrado desde que era un adolescente. El líder de Alianza Bravo Pueblo llegó este sábado por la mañana a Madrid, en un vuelo procedente de Bogotá, tras protagonizar una fuga «de película», en la que ha jugado un papel determinante el expresidente de Colombia Andrés Pastrana. Ledezma acababa de reunirse con Mariano Rajoy, y el salón del hotel madrileño cercano al Congreso de los Diputados en el que dio la entrevista a ABC era un fluir de familiares y amigos. Los últimos en llegar, sus hijas Isabel y Vanesa y su hermano Renato, que venían de Italia. No faltaron abrazos y lágrimas de emoción.
Ledezma fue dos veces elegido alcalde de Caracas: en noviembre de 2008 y en diciembre de 2013. El mes próximo habría podido terminar su mandato si el régimen de Nicolás Maduro no lo hubiera detenido por una supuesta conspiración. Su juicio quedó después paralizado. Tras conocer que las autoridades venezolanas planeaban su traslado a la cárcel de la policía política conocida como «la tumba», por su firme posición ante un diálogo entre Gobierno y oposición que él califica de «parodia», improvisó una fuga que no comunicó a su familia.
Asaltado y robado
Desde que los guardianes de Ledezma llamaron a la puerta de su casa las 07.10 de la mañana del jueves -como hacían cada día para tomar la foto de control rutinaria-, el alcalde de Caracas vivió 22 horas de infarto por carreteras venezolanas hasta que atravesó a pie el puente internacional que une San Antonio del Táchira con Cúcuta (Colombia). Superó 30 controles de la guardia y la policía; en 4 estuvo a punto de ser descubierto. Por tomar un atajo, fueron asaltados y les robaron dinero y bolígrafos. En otro momento, para no ser identificado, llegó a «interpretar una obra de teatro para explicar que me habían robado la cédula de identidad». A las 06.30 de la mañana del viernes, en la entrada del puente internacional Simón Bolívar, el corazón le dio un vuelco cuando una mujer le identificó. A diez pasos de la libertad, el guardia que la había oído, le dijo: «Pase y siga su lucha». En el recuento del periplo hasta que «me sentí a salvo» en Colombia, explicó que sus vigilantes no se dieron cuenta de la fuga hasta las 08:00 de la mañana del viernes. Entonces rodearon la embajada de Chile, pero él ya era una persona libre en territorio colombiano.
-¿Cómo consiguió burlar a las patrullas policiales y a la policía política para comenzar el jueves por la mañana una fuga «de película», como usted mismo la ha calificado?
-Venía estudiando cómo utilizaban el tiempo los policías. Una vez me hacían la foto en la puerta de mi apartamento, a las 7 u 8 de la mañana, desayunaban y desde la ventana yo veía sus ubicaciones. Decidí salir corriendo todos los riesgos porque mi casa estaba vigilada por al menos dos patrullas de la Policía Nacional. Me hicieron la foto a las 07.10 y a las 08.30 ya estábamos saliendo en un vehículo cuatro personas, entre ellas una mujer muy valiente. Para poder llegar donde lo hice, conté con el apoyo de mucha gente. Para pasar por 30 controles, algún militar me tuvo que haber hecho un guiño. Revela que no todos los militares están postrados ante la tiranía. Hay militares que sienten vergüenza de ver cómo sus galones no están siendo bien llevados. Conté con el apoyo de gente, entre ellos militares, inconformes con este Gobierno, asqueados con la corrupción y de cómo se han degradado las instituciones en Venezuela.
Lea la entrevista completa aquí