Ledezma a Andrés Velásquez: Ponte al lado de María Corina
Nota de prensa
El exalcalde de Caracas hoy en el exilio, Antonio Ledezma, pide a los pueblos del mundo sigan acompañado a Venezuela en su lucha por recuperar su libertad.
“Ahora cuando nos encontramos en dificultades les pedimos a los pueblos del mundo que no nos dejen solos. Que no nos abandonen. Que esta es una circunstancia en la que Venezuela necesita de la solidaridad oportuna, y fundamentalmente de nuestros hermanos latinoamericanos”, dijo.
Ledezma envió un mensaje al exalcalde Alfredo Ramos. «Expresó que “no pedimos clemencia, porque con orgullo decimos que somos hijos de libertadores, y estamos siempre en la vanguardia defendiendo nuestro propio destino, en esta cita que la historia coloca a Venezuela en medio de grandes avatares. Estamos luchando con valor, con fe, optimismo y coraje”.
En el texto también le pidió a Andrés Velásquez que se ponda de lado de María Corina Machado.
A continuación el texto íntegro:
“No me perdonaría nunca en la vida si no me hiciera presente en este acto que estoy seguro va a dejar una impronta fundamental para los días que estamos por escribir en la tarea irrenunciable de lograr la libertad de nuestro pueblo. Alfredo Ramos, eres un apóstol de la lucha social. Te conozco, y me siento orgulloso de tu amistad. Por eso, en este día te envío desde lejos este abrazo cercano junto a mi inseparable Mitzy quien ruega que esta salutación también llene de hermosos afectos a tu inseparable Carmen, esa abnegada mujer que ha estado contigo en las buenas y en las malas.
Inolvidable Alfredo, aquella noche del 18 de diciembre del año 2013 cuando nos plantamos frente al tirano en el propio Palacio de Miraflores. Intuía desde aquella noche que los discursos valientes del indoblegable Daniel Ceballos, del impoluto David Smolansky, y la entereza de este líder social llamado Alfredo Ramos, diciéndole las verdades en su cara al dictador, traerían sus consecuencias.
Los cuatro fuimos a prisión, y hemos llevado con orgullo ese sacrificio, el sacrificio de defender la verdad y de ser la voz del pueblo como en efecto ocurrió en esa reunión inolvidable.
Hemos recorrido el mundo contándole a los pueblos de América Latina y Europa, nuestras desventuras, pero también recordando nuestros tiempos de gloria. Estos pueblos que conocieron las hazañas protagonizadas por nuestros padres libertadores en Chuquisaca, en Pichincha, en Ayacucho, en Boyacá, en Bomboná o en nuestros propios predios, como fue la inolvidable Batalla de Carabobo. Ahora nos tienen que conocer en nuestras desgracias, y cuando hablamos de nuestras grandezas, es para que también sepan de nuestras virtudes, y ahora que estamos en dificultades les pedimos a los pueblos del mundo que no nos dejen solos. Que no nos abandonen. Que esta es una circunstancia en la que Venezuela necesita de la solidaridad oportuna, y fundamentalmente de nuestros hermanos latinoamericanos.
Como lo he reiterado en varias intervenciones, no pedimos clemencia, porque con orgullo decimos que somos hijos de libertadores, y estamos siempre en la vanguardia defendiendo nuestro propio destino, en esta cita que la historia coloca a Venezuela en medio de grandes avatares. Estamos luchando con valor, con fe, optimismo y coraje, porque todos esos valiosos elementos pueden mucho más que un ejército para conquistar las grandes victorias, y nuestro pueblo, acompañado del optimismo y deslastrado del pesimismo sigue viendo oportunidades en las crisis, y este día, que es el homenaje merecido para un luchador social como Alfredo Ramos, yo veo una gran oportunidad. Imagino a Richard Blanco, ese muchacho que conocí comiendo mangos en las barriadas de La Pastora, integrando una plataforma auténtica, al lado de ese matancero que Venezuela reconoció luchando empinado en los portones de la refinería, como Andrés Velásquez. ¡Andrés, saca de tu alma y de tu espíritu esa espada de matancero y de luchador de calle! ¡Ponte al lado de María Corina, esa mujer coraje, esa mujer confianza, esa mujer compromiso, esa mujer coherente para que puedan desarrollar esta plataforma deslastrada de traiciones, incoherencias, y más bien adornada con laureles de virtudes, que le devuelvan la esperanza al pueblo de Venezuela!
Sucre, el Gran Mariscal, le escribió al Libertador en 1828: “! Qué lamentable época, Libertador, y qué desgraciada Patria! Hagamos un esfuerzo, amigas y amigos que me escuchan en Barquisimeto, para que no hayan razones en estas circunstancias y digamos que sigue teniendo razón el Gran Mariscal de Ayacucho cuando dice ¡qué lamentable época y qué desgraciada Patria!, porque no puede ser desgraciada la Patria mientras cuente con todos nosotros. Recuerdo que cuando estaba preso en Ramo Verde, al lado de Leopoldo, me asomaba por los barrotes de la celda y recordaba los versos de Calderón de La Barca cuando decía:
Yo sueño que estoy aquí. De mis prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Pues bien, hoy sueño con reeditar en las calles una salida como aquella que promovimos el 2 de febrero de 2014 junto a Leopoldo y María Corina Machado, Hoy sueño con que volvamos otra vez a la calle con una plataforma libre de pecados, de compromisos bastardos, sin traiciones, pero sí con la coherencia de liberar a Venezuela de esta tiranía, al lado de esta protesta cívica, al lado de ese pueblo que lucha en un país paralizado por el colapso de todos los servicios públicos, impulsando desde afuera las sanciones para acorralar a los tiranos, respaldando las resoluciones de la OEA, de la ONU, de la Unión Europea, que declaran a Nicolás Maduro como ilegítimo, porque es fruto de una elección irregular.
Sueño con que veamos al pueblo respaldando el juicio por la doble nacionalidad del dictador, por los actos de corrupción, por los crímenes de lesa humanidad, por los que está siendo juzgado en la Corte Penal Internacional. Sueño con un pueblo respaldando al Tribunal Supremo de Justicia en el exilio, sueño con una dirigencia que no mire para los lados y que luche convencida que no podemos seguir hablando de elecciones hasta que no salgamos de la dictadura. Pues bien, hermanos de lucha, ¡Arriba corazón! ¡Alcemos nuestras banderas de libertad! ¡Demostrémosle a los venezolanos que no están solos, que hoy, desde Barquisimeto se enciende una antorcha para que no haya caminos oscuros para un pueblo que está decidido a dar su vida hasta lograr devolverle la vida a la libertad y a la democracia venezolana. ¡Un gran abrazo, mi querido hermano Alfredo! ¡Un gran abrazo Carmen! ¡Que Dios Bendiga a Barquisimeto, a Lara y a toda Venezuela!”