Las protestas llevan a un «camino sin retorno», advierte la líder hongkonesa
EFE
La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, aseguró hoy que las protestas han llevado a la ciudad a un «camino sin retorno» que podría «hundir a la sociedad», tan solo un día después de que su aeropuerto internacional cancelase más de 300 vuelos tras el bloqueo de una terminal por parte de los manifestantes.
Cientos de hongkoneses regresaron hoy a protestar al aeropuerto, uno de los más concurridos de Asia, tras la caótica jornada de ayer. «A las 8.00 hora local (de hoy, 00.00 hora GMT), 160 vuelos de salida y 150 de llegada, previstos entre la medianoche del lunes al martes (16.00 GMT del lunes) y las 23.55 (15.55 GMT) del martes estaban cancelados», aseguró el diario hongkonés South China Morning Post.
El rotativo asegura que cientos de manifestantes han tratado de ocupar las terminales este martes, desde las 14.35 hora local (06.35 GMT), para paralizar el aeropuerto por segundo día consecutivo.
Las escenas de largas filas y aglomeraciones continuaron hoy en el aeródromo, que trataba de recuperarse de la protesta del lunes, en la que los manifestantes trataron con sus acciones de llamar la atención sobre lo que consideran brutalidad policial a la hora de dispersar las protestas en la ciudad.
Pero la Jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, sigue en sus trece y hoy volvió a defender a la Policía y a criticar a los manifestantes, que, según ella, han llevado a la ciudad a «un camino sin retorno» que podría «hundir a la sociedad en una situación muy preocupante y peligrosa».
Lam defendió la actuación de la Policía, que, según ella, está basada en directrices sólidas.
«Los policías toman decisiones en momentos puntuales en pro de los intereses de la seguridad de la gente (…). No se puede decir que hayan hecho algo mal», señaló.
Sobre las acusaciones de los manifestantes de que la Policía disparó munición no letal el domingo a bocajarro dentro del metro o que hirieron a una chica en el ojo, Lam dijo que espera que el caso sea llevado ante el cuerpo, que según ella conforma «el pilar del Estado de Derecho en Hong Kong».
«Hemos oído muchos discursos de odio contra la Policía… Esto no es beneficioso para Hong Kong», añadió.
Por su parte, las autoridades aeroportuarias pidieron a los viajeros que comprobaran la información sobre sus vuelos en internet antes de dirigirse al aeropuerto y que no lo hicieran si su vuelo no estaba confirmado.
Pero aerolíneas como Cathay Pacific han pedido a sus viajeros que pospongan cualquier tipo de viaje desde Hong Kong que no sea esencial, e indicó que operará algunos vuelos para pasajeros en tránsito en la ciudad autónoma.
Mientras, la autoridad china de aviación civil dijo hoy que va a aumentar la capacidad de transbordos aéreos en los aeropuertos del delta del río Perla (que incluye ciudades como Cantón, Shenzhen o Zhuhai) para hacer frente a las interrupciones de los vuelos entre China y Hong Kong.
Esta situación llega después de que Hong Kong registrara su décimo fin de semana consecutivo de protestas, que comenzaron con la oposición a una controvertida propuesta de ley de extradición pero que han evolucionado hacia una serie de demandas de mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad.
Sin embargo, la violencia entre la Policía y algunos de los manifestantes es cada vez mayor, en una espiral que hay ido en aumento con la sucesión de las marchas de protesta.
Asimismo, el domingo se registró algún incidente en el que un número indeterminado de policías resultaron heridos por quemadura después de que los manifestantes lanzaran cócteles molotov, algo que para Pekín constituye «un serio delito penal y una señal de terrorismo».
Por contra, Amnistía Internacional (AI) pidió ayer a la Policía «contención» para evitar una mayor escalada de la violencia en respuesta al lanzamiento de gas lacrimógeno y bolas de goma.
«La policía de Hong Kong utilizó gas lacrimógeno y balas de goma incumpliendo los estándares internacionales porque disparar contra manifestantes que se están retirando (…) va en contra del supuesto objetivo de dispersar a la multitud», asegura el director de AI en Hong Kong, Man-Kei Tam, en un comunicado.
Bajo la fórmula «Un país, dos sistemas», Pekín se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y respetar una serie de libertades inimaginables en la China continental hasta 2047, tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997.
Pero muchos manifestantes vieron en la polémica propuesta de ley de extradición -cuya tramitación fue declarada «muerta» por el Ejecutivo hongkonés a principios de julio- un intento de China de entrometerse en los asuntos de Hong Kong.