Las negociaciones para superar la crisis en Nicaragua avanzan a paso lento
EFE
Las negociaciones entre el Gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia concluyeron este viernes con su tercera sesión con avances únicamente de forma y no de fondo, y en medio de un total hermetismo.
En la tercera ronda «se continuó avanzando en la aprobación de la hoja de ruta», que contiene las reglas o normativas que regirán la negociación, indicaron las partes en un comunicado conjunto.
El documento explica que de la elaboración de reglas claras y definitivas de antemano, dependerá en gran medida el buen funcionamiento y los resultados de la negociación.
«Esta hoja de ruta también refleja el nivel de compromiso de las partes de este proceso», señalan en la declaración.
Entre otros temas, las partes se han puesto de acuerdo en cómo se tomarán las decisiones, horario de reuniones, política de comunicación y divulgación, la naturaleza de los acuerdos a ser alcanzados y aspectos de logística.
Además, acordaron seguir reuniéndose de lunes a viernes con el propósito de que la negociación culmine en el menor tiempo posible.
En el inicio de la mesa de negociaciones, el miércoles, los representantes del Gobierno y de la Alianza Cívica aprobaron una hoja de ruta de nueve puntos, relacionados básicamente a las reglas del juego.
De momento las partes no han dado a conocer quiénes serán los garantes de los acuerdos, si serán extranjeros, nacionales o mixtos, ni el tiempo previsto para finalizar las reuniones.
Hasta ahora sólo han comparecido una vez ante los reporteros, que han aguardado durante los tres días de sesiones en las afueras de la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), al sur de la capital, donde se desarrollan las negociaciones.
El nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, quien junto al cardenal y arzobispo de Managua Leopoldo Brenes son testigos del proceso, no permitió preguntas de los periodistas ese día.
El académico y antiguo embajador en Estados Unidos Carlos Tünnermann, jefe de la delegación de la Alianza Cívica, dijo a periodistas que existe un compromiso de no «adelantar nada» a la prensa sobre las negociaciones.
Los representantes del equipo negociador del Gobierno no han brindado declaraciones.
Diferentes movimientos sociales han reclamado, hasta ahora sin éxito, más «transparencia» y «mayor información».
Por su lado, la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, consideró las reuniones entre el Gobierno y la Alianza Cívica como el «primer paso» para superar la crisis iniciada en abril pasado.
La jefa de la diplomacia de la UE celebró que las dos partes hayan «retomado el diálogo nacional» y que se haya «suavizado» el régimen penitenciario de cien presos que habían sido arrestados tras el estallido de las protestas en Nicaragua, que dejaron cientos de muertos y detenidos.
En su opinión, un diálogo «verdadero e inclusivo» también debería abordar las reformas requeridas para garantizar unas elecciones creíbles.
Durante la jornada fue liberado el dirigente universitario José Ramón González, miembro de la Alianza Cívica, tras permanecer detenido desde noviembre pasado, junto a al menos otros siete manifestantes antigubernamentales, con lo que suman por los menos 108 desde que se instaló la mesa de negociación.
Asimismo, estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) se manifestaron dentro de su sede en contra del presidente Ortega, a pesar de la prohibición emitida por la Policía Nacional para este tipo de manifestaciones.
Decenas de estudiantes se taparon sus rostros con pañuelos de colores azul y blanco, en alegoría a la bandera de Nicaragua, y marcharon en los pasillos y veredas de la UCA, y gritaron, entre otros, «¡Libertad para los presos políticos!», «¡No más represión!», «¡No más censura de prensa!», «¡Vivan los estudiantes!», «¡Viva Nicaragua libre!», «¡Dictadura no, democracia sí!».
La periodista Tifani Roberts, corresponsal de la cadena Univisión, fue impactada por una bala de goma mientras brindaba cobertura a esa manifestación estudiantil, sin gravedad.
Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunos grupos locales humanitarios elevan a 561 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado.