Las muertes que ensombrecieron Playboy
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En los años noventa, la revista Playboy era uno de los símbolos más llamativos del glamour y la sensualidad femenina. Sin embargo, el millonario imperio construido por Hugh Hefner ha estado plagado de tragedias y escándalos. “Estas cosas horribles podrían pasarle a cualquiera. Eran mujeres reales con familias reales”, dijo Holly Madison, exconejita y productora ejecutiva de The Playboy Murders. A lo largo de dos temporadas, la serie documental de Investigation Discovery explora terribles casos de crimen y muerte que ensombrecieron el destino de bellas modelos.
Una obsesión mortal
Stacy Arthur anhelaba expandir sus horizontes en el modelaje cuando se le presentó la oportunidad de posar para Playboy. Ella había ganado más de 30 concursos de belleza y llevaba el título de Sra. Ohio en 1990. Su sesión fotográfica en enero de 1991 fue histórica, pues una reina de certámenes nunca antes se había atrevido a exponer su cuerpo en portada de la famosa publicación. Su esposo, James Arthur, era su manager y apoyaba completamente su trabajo de conejita. La meta de ambos era que Stacy se convirtiera en la Chica Playboy del año.
Aunque el trabajo le permitía disfrutar de los impresionantes lujos del imperio, también comenzó a acercarla a mundos oscuros. Durante la campaña para elegir a la modelo del año, Playboy abrió una línea telefónica para que sus lectores hablaran directamente con sus chicas favoritas.
Fue en esas circunstancias que James Lindberg ingresó a su vida. En marzo de 1991, este hombre comenzó a llamar frecuentemente a la revista y Stacy era una de sus interlocutoras más frecuentes. El hombre gastó más de 15.000 dólares solo en llamadas telefónicas, según registros citados por un documental.
Lo que parecía un contacto inofensivo, terminó en una relación peligrosa. Stacy pensaba que sus interacciones solo eran de artista-fan, pero la conexión revelaría su verdadera dimensión cuando la modelo pidió distancia. En octubre de ese año, el marido de Stacy Arthur caminaba por una calle de Ohio, muy cerca a su casa, cuando recibió seis disparos mortales de Lindberg. El acosador había viajado 3,000 km para intentar conocerla. Ese mismo día, él también se quitó la vida.
El traumático episodio marcó a la modelo de apenas 23 años, quien tiempo después demandó a la empresa por ponerla en peligro. Stacy además acusó a tres empleados de la mansión de haberla violado; ellos dijeron que fue consentido. Las autoridades desestimaron su denuncia citando inconsistencias en su testimonio. Ella no volvió a insistir y fue despedida por la revista. “Lo sueños no son necesariamente todo lo que importa y no todo lo que brilla es oro”, dijo con voz entrecortada en una entrevista de la época.
El triángulo amoroso de Dorothy Stratten
Fue enterrada en el mismo cementerio donde descansa Marilyn Monroe. La vida de Dorothy Stratten acabó a los 20 años, víctima de los celos enfermizos del hombre que la llevó a la deslumbrante mansión de Playboy.
La joven originaria de Vancouver llegó a Los Ángeles el 13 de agosto de 1978. La traía Paul Snider, ocho años mayor que ella y quien la había “descubierto” cuando trabajaba de mesera en una cadena de comida rápida. Tras seducirla y comenzar una relación con ella, convenció a sus padres para que autorizaran una sugerente sesión de fotos con el objetivo de llegar a la meca del erotismo.
La revista y la mansión la recibieron con los brazos abiertos y fue descrita por los medios como una de las favoritas de Hefner. En 1979, Snider le pidió matrimonio y comenzaron a vivir juntos en Bel Air. Poco después, Stratten empezó a recibir propuestas para televisión y cine; y también llegaría su logro más grande: fue elegida Playmate del año con una cuantiosa suma de dinero como premio.
Sin embargo, detrás de este éxito emergente se ocultaba una realidad más sombría, tejida de manipulación y control. La fama de Dorothy llamó la atención de figuras influyentes de Hollywood, entre ellas, el director Peter Bogdanovich. La modelo, que ya se sentía agobiada por su marido, comenzó una relación extramatrimonial con el cineasta. Pero la sombra de Snider, impulsada por la obsesión y el miedo a perder tanto a su compañera como su fuente de ingresos, se cernía amenazante sobre ambos.
El clímax trágico se produjo el 14 de agosto de 1980, cuando Dorothy y Snider se encontraron por última vez en una escena que culminaría con la muerte de ambos. Ella aceptó reunirse con él para pedirle que firme el divorcio. Fue sola a la casa, aunque le habían advertido que estaba en peligro.
El arma homicida fue una escopeta. La escena del crimen era un mar de sangre. Stratten yacía desnuda y con el rostro desfigurado. Snider también se quitó la vida. Tras el deceso, Hugh Hefner sentenció: “Su marido era un hombre muy enfermo que vio cómo su gallina de los huevos de oro, su conexión con el poder, se desvanecían… por eso la mató”.
¿Qué pasó con Paula Sladewski?
Paula Sladewski, una exmodelo de Playboy de 26 años, se convirtió en el centro de una misteriosa y trágica historia de crimen en 2010. Su viaje a Miami, Florida, junto a su novio Kevin Klym con la intención de recibir el Año Nuevo asistiendo al concierto de Lady Gaga en el Fontainebleau, terminó en una pesadilla irreparable.
Tras una noche de celebración en el Club Space, la pareja tuvo una pelea. Klym fue expulsado del club, y Paula optó por quedarse. Esa fue la última vez que se le vio con vida; su desaparición desencadenaría una serie de eventos que culminarían con un hallazgo horrendo.
El cuerpo de Sladewski fue encontrado el 3 de enero, quemado hasta quedar irreconocible en un contenedor de basura en North Miami, a unas 12 millas de distancia del club donde se le vio por última vez. La brutalidad conmocionó a la comunidad y a las autoridades, que solo pudieron identificar a la dama mediante registros dentales, debido al grado extremo de desfiguración ocasionado por el fuego.
Kevin Klym, quien había reportado la desaparición de Sladewski, se convirtió rápidamente en una persona de interés para la investigación. Su relato de los eventos y su proximidad a la víctima durante sus últimas horas conocidas llevaron a las autoridades a escudriñar su participación potencial en el crimen. No obstante, la falta de pruebas concluyentes y su cooperación con la policía, incluido el haber contratado un investigador privado para encontrar al asesino, complicaron las acusaciones directas contra él. Es uno de los casos que todavía no se han resuelto en Miami, aunque ya transcurrieron más de 10 años desde el dramático hecho.
El triste final de Christina Carlin-Kraft
Su muerte fue descrita por la policía como “una de las escenas más horribles que se hubiera visto”. Christina Carlin-Kraft, modelo de Playboy, fue hallada sin vida en su departamento con claros signos de tortura. No había rastro del bello rostro que había conseguido un espacio en el codiciado mundo de las conejitas.
Una década después, su vida terminó el 22 de agosto de 2018 a manos de un hombre que irrumpió en su departamento. Jonathan Wesley Harris confesó que había golpeado a Christina y la asfixió. La mujer tenía varias fracturas en el rostro. En el juicio, el fiscal alegó que “los últimos momentos de Christina habían sido horrendos” y pidió una severa sentencia a la corte. En 2019, Harris fue condenado a cadena perpetua.