Las elecciones de Perú se encaminan a un ajustado final
EFE
Las elecciones presidenciales de Perú se encaminan a un ajustado final entre los candidatos Pedro Castillo (izquierda) y Keiko Fujimori (derecha), según auguraron los responsables de las cuatro principales encuestadoras que trabajan en el país.
En una conferencia con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP), las empresas de investigación coincidieron en destacar el «voto duro» de Castillo, que apenas se ha resentido desde el inicio de la segunda vuelta pese a sus constantes errores en campaña y la falta de concreción de sus propuestas.
A Castillo le sostiene un gran volumen de votantes que se declaran antifujimorista, no necesariamente todos de izquierda, y que buscan evitar por tercera vez consecutiva que la hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) logre sentarse en el sillón presidencial.
Sobre la candidata del partido fujimorista Fuerza Popular, que afronta una acusación de más de 30 años de prisión por presunto lavado de dinero, destacaron su estrategia para recortar la diferencia que le distanciaba de Castillo a partir de distintas campañas que han asociado a su rival con comunismo y chavismo.
También se aprovechó de torpezas de su rival, como señaló la directora ejecutiva de la consultora Datum, Urpi Torrado, al indicar que las recientes declaraciones de Castillo donde afirmaba que los feminicidios eran en parte culpa de la «ociosidad del Estado» le han afectado.
No obstante, Torrado reconoció que el lema de Castillo que dice «no más pobres en un país rico» ha calado profundo en los sectores más populares del país, especialmente en este contexto de crisis económica causada por la pandemia de la covid-19.
UN «DÉJÀ VU» DE 2016
Para el director gerente de CPI, Manuel Saavedra, estas elecciones pueden resolverse de una manera muy similar a los comicios de 2016, cuando Pedro Pablo Kuczynski se impuso sobre Keiko Fujimori por apenas 40.000 votos.
Saavedra destacó que el porcentaje de indecisos que irá a votar es muy bajo y está en torno al 2 % de los electores, quienes anticipa que se repartirán casi equitativamente entre ambos candidatos.
Esto dibuja para el responsable de CPI una diferencia final de medio punto entre Castillo y Fujimori, cuantificada en unos 80.000 votos.
Asimismo, la investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Patricia Zárate, advirtió que en estos momentos Castillo puede tener más voto oculto que Fujimori.
En ese sentido, Zárate resaltó que las encuestas no tienen la capacidad de llegar a un gran volumen de población rural de los Andes y la Amazonía del país que viven en sitios alejados y desconocen si acudirán a votar.
EL VOTO EXTRANJERO CON FUJIMORI
Por su parte, preguntado por el efecto del voto extranjero, el presidente de Ipsos, Alfredo Torres, cree que le puede dar 0,5 puntos porcentuales más a Fujimori de lo que reflejan las encuestas, que no alcanzan a sondear la intención de voto en ese grupo de electores.
Esto debido en gran medida a que para esta segunda vuelta sí podrán votar los peruanos residentes en Chile, a diferencia de la primera rueda, donde el confinamiento decretado en el país austral les impidió sufragar.
Tanto en Chile como en Argentina, España y Estados Unidos, los países donde se encuentran asentadas las mayores comunidades de peruanos residentes en el extranjero, el voto es principalmente fujimorista.
EN EMPATE TÉCNICO
Desde el lunes está prohibida por la normativa electoral la publicación a nivel nacional de nuevas encuestas de intención de voto para ver la evolución de las preferencias.
Según las últimas encuestas publicadas el último fin de semana, Castillo y Fujimori se encontraban en un virtual empate técnico, si bien todas coincidían en situar al candidato del partido izquierdista Perú Libre un paso por delante.
Tanto Datum como CPI daban un punto porcentual de diferencia en votos válidos, mientras que Ipsos daba una ventaja para Castillo de 2,2 puntos.
A la segunda vuelta presidencial programada para este domingo 6 de junio están convocados a las urnas más de 25 millones de peruanos para elegir a la próxima persona que gobernará Perú por los próximos cinco años, y que asumirá las riendas del país el mismo día que se conmemoran los 200 años de la independencia.