Las ciudades amuralladas más curiosas del mundo
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Desde el momento en que los primeros humanos comenzaron a asentarse, comprendieron que las murallas eran fundamentales no solo para proteger su territorio de los peligros que acechaban fuera, sino para mantenerse ellos mismos a salvo. Por ello, a lo largo de la geografía de este amplio mundo en el que vivimos, se han sucedido cientos o miles de ciudades inexpugnables, rodeadas por la amplitud de sus muros, guardando sus secretos y sus vidas y protegiéndolas de los enemigos externos.
Hoy, las cosas han cambiado, y las ciudades ya no necesitan esa protección, sino que luchan contra otros problemas actuales como la contaminación o la densidad poblacional. Por suerte, nos quedan aún las muestras de esos viejos reductos del pasado, que todavía permanecen en pie. Hemos elegido para la ocasión algunas de las ciudades amuralladas más bellas, curiosas y especiales del mundo, y todas menos una todavía existen, por si algún día te atreves a cruzar sus puertas para descubrir lo que guardan en su interior.
Nördlingen, Alemania
Nördlingen es una localidad con más de 20.000 habitantes del distrito de Danubio-Ries, en Baviera, Alemania. A medio camino entre Nuremberg, Stuttgart y Múnich, esta ciudad amurallada (ideal para protegerse) tiene una historia muy interesante: los primeros habitantes de Nordlingen creían que su ubicación era la boca de un volcán inactivo desde hacía millones de años, pero, en realidad, estaban equivocados.
El cráter en el que se asienta se formó tras el impacto directo de un meteorito. Sus construcciones son tan brillantes porque las primeras piedras empleadas para ellas son pequeños diamantes. Una joya sin igual que quizá te suena un poco si has visto o leído ‘Ataque a los Titanes’, pues la famosa ciudad rodeada de tres murallas donde viven los protagonistas para protegerse de los titanes está basada en Nördlingen.
Dubrovnik, Croacia
La bella ciudad amurallada de Dubrovnik, en Croacia, ha sufrido una cierta turistificación en los últimos años gracias a ‘Juego de Tronos’, que la eligió como uno de los lugares de rodaje. A día de hoy se la conoce como la Ibiza del Adriático y en tiempos fue dominada por los bizantinos, venecianos, húngaros y turcos.
Durante la guerra de los Balcanes sufrió muchos bombardeos, tanto es así que la mayoría de sus viviendas son nuevas. En cuanto a la muralla, alberga 16 torres con una altura de 25 metros, y data del siglo X.
Kowloon, Hong Kong
En otra ocasión ya hablamos de la curiosa ciudad amurallada de Kowloon, la más grande del mundo. Fue fundada por la dinastía Song (960-1297) con la idea de crear un fuerte para combatir a los piratas que amenazaban el comercio de sal, pero su razón de ser fue desvirtuándose con el paso de los años. En el siglo XIX adquirió estatus de ciudad y por aquel entonces albergaba unas 700 personas en su interior.
En ese mismo siglo, China decidió que era su deber tener algo de presencia en la que por entonces era colonia británica y pensó en establecer en Kowloon un punto de control para poder supervisar la actividad en la zona, pero fue abandonando esta idea con el paso de los años y, con la política de no intervención británica, Kowloon quedó en un vacío legal y sin ninguna autoridad. De 17.000 ciudadanos que habitaban durante la Segunda Guerra Mundial, pasaron a 50.000 a finales de los años 80, convirtiéndose en la ciudad (dentro de otra ciudad) con más densidad de población del mundo (120 veces mayor que la de Nueva York). Una colonia humana donde la delincuencia campaba a sus anchas. Desgraciadamente ya no puede visitarse, pues su demolición fue el 23 de marzo de 1993.
Carcasona, Francia
Pasear por Carcasona es como trasladarse momentáneamente a una época medieval. La ciudad está incluida en el Patrimonio de la Unesco y es la ciudadela mejor fortificada de Europa, pues cuenta con una muralla doble que data del siglo XII, se extiende a lo largo de tres kilómetros y tiene 52 torres.
Dentro de esta inexpugnable fortificación puedes encontrar, entre otras cosas, el castillo construido en el siglo XII por los vizcondes de Carcasona o Trencavel o la preciosa Basílica de Saint-Nazaire, que combina románico y gótico y ha sido reformada en varias ocasiones.
Mdina, Malta
La ciudad amurallada de Mdina se encuentra en una colina en el centro de Malta, y antes se llamaba Citta Vecchia, siendo la capital del país hasta que fue relegada a un segundo plano por La Valeta.
Las murallas se encuentran en perfecto estado de conservación y se las debemos a diferentes civilizaciones que han poblado la isla, desde los fenicios hasta los romanos, los árabes, los normandos o los Caballeros de Malta. Los palacios dentro de la ciudad pueden visitarse, aunque en su mayor parte son residencias privadas.
Las Murallas Reales en Ceuta
Nuestro país merece un futuro artículo en cuanto a lugares amurallados se refiere. Desde Ávila a Toledo, pasando por Granada o Gerona, las ciudades amuralladas de España son un espectáculo visual y tienen una larga historia detrás.
En esta ocasión hemos decidido dar importancia a una muralla un poco más desconocida que las anteriormente mencionadas, pero igualmente merecedora de alabanzas: de estilo renacentista y con un impresionante foso de agua salada, las murallas de Ceuta comenzaron a construirse por orden de Abderramán III, primer califa omeya de Córdoba, en el año 957 d.C, y los portugueses las ampliaron tras la Batalla de Ceuta y su posterior conquista en 1415. Cuenta además con dos puentes levadizos que, cuando se elevan, dejan al impresionante espacio aislado a su suerte del resto del continente.