La unión homosexual divide a Taiwán, primer país de Asia en reconocerla
EFE
La Señora Chang ha movilizado a toda su familia para defender el matrimonio tradicional ante los cinco referendos sobre el llamado «matrimonio igualitario» y la educación obligatoria sobre la homosexualidad en las escuelas convocados junto con los comicios locales de este sábado en Taiwán.
«Mi mamá nos pidió a todos el apoyo a la convocatoria de un referendo para que no se llamase ‘matrimonio’ a las uniones entre personas del mismo sexo y espera nuestro voto en ese sentido, sin saber que yo me vería afectada», aseguró Annie Yang, una joven profesional que mantiene una relación sentimental con otra mujer.
Otros como Leslie Hsu y Victor Chen están haciendo campaña por el voto para que no sólo se aprueben las uniones entre personas del mismo sexo sino que también se las califiqué legalmente de «matrimonio» y tengan sus mismos derechos.
«Hace más de diez años que vivo con mi pareja y esperamos el minuto en que se apruebe el matrimonio igualitario para casarnos de inmediato», dijo a Efe, Chen, de unos cuarenta años y que trabaja en una agencia de viajes en Taipei.
El matrimonio igualitario se ha convertido en Taiwán en un tema candente y en una patata caliente para los políticos, dado que los sondeos muestran que hay un apoyo muy equilibrado a la opción de aprobarlo y a la de rechazarlo, y los políticos no quieren perder votos.
«Es frustrante que, tras la sentencia del Tribunal Constitucional en mayo de 2017 a favor de la aprobación de las uniones de personas del mismo sexo, pionera en Asia, y su mandato al Parlamento para que las apruebe en el plazo de dos años, los legisladores no hayan hecho nada», apuntó Kelly Wang, una empresaria isleña.
Aunque existe una ligera mayoría a favor de la legalización de las uniones homosexuales, en un reciente sondeo de la Fundación Opinión Pública de Taiwán, el 77 por ciento de los encuestados se mostraron favorables a que el Código Civil mantuviera la palabra «matrimonio» sólo para las uniones permanentes entre un hombre y una mujer.
Taiwán está dividido en el tema del matrimonio totalmente igualitario y la división está muy ligada a la edad, al credo religioso e incluso a las profesiones.
«La mayoría de los opositores al matrimonio igualitario son personas mayores, y cristianas o budistas tradicionales», indicó Alex Yang, profesor universitario de Sociología en Taipei.
Ahora que las uniones entre personas del mismo sexo con derechos similares a los del matrimonio ya está asegurada por la sentencia constitucional, el debate se centra en el modo de su aprobación y en mantener la recién aprobada enseñanza de la homosexualidad a todos los niveles educativos.
Grupos tradicionalistas y religiosos han plantado cara al matrimonio igualitario por temor, en su opinión, a que afecte a la estabilidad social, degrade el matrimonio tradicional y baje ya el escaso número de nacimientos.
Además, estos grupos se oponen también a que se enseñe la homosexualidad en las escuelas.
«Muchos cambian su orientación sexual y en la pubertad, con su gran inestabilidad emotiva, no se debería enseñar la homosexualidad, porque influye y puede convertir a los niños en homosexuales», aseveró el director ejecutivo de la Alianza Nacional de Presidentes de Asociaciones de Padres (NAPPA), Yang Chun-tzu, proponente de uno de los referendos.
En el frente opuesto, Chen Ming-yen, de la Alianza de Taiwán para Fomentar los Derechos de Asociación Civil (TAPCPR), señaló que «la orientación sexual no se elige» y que la educación sobre la homosexualidad «mejora la conciencia de equidad de género de los estudiantes y les enseña a respetar las diferentes identidades de género».
«El conocimiento de las diferencias es la base para el respeto», afirmó Chen.
A muchos activistas a favor de la total igualdad de los componentes del colectivo LGTB ante el amor y el matrimonio les preocupa la aprobación de referendos en contra o incluso el que obtengan bastante apoyo porque «influirá en los legisladores», según un portavoz de la TAPCPR.
«Incluso si los referendos de nuestros oponentes no superan el umbral mínimo de alrededor de 5 millones de votos, si logran más votos que nosotros, tendrán mayor poder negociador para influir en los legisladores», explicó a Efe Joyce Teng, coordinadora de la Coalición por la Igualdad en el Matrimonio de Taiwán.
A lo largo de esta semana, una treintena de empresas nacionales e internacionales, asociaciones de periodistas y a favor de los derechos humanos, y cantantes como Amber An, Tai Ai-ling, Lotus Wang y el grupo Chthonic y el hongkonés Takki Wong (Wang Ruoqi) apoyaron al bando igualitario.