La UE pide a China respetar libertades y autonomía de Hong Kong
EFE
La Unión Europea (UE) instó este viernes a China a respetar los derechos y libertades de Hong Kong, así como a mantener su autonomía, después de que Pekín haya anunciado que aplicará una polémica «ley de seguridad» en la antigua colonia británica.
«La UE considera que el debate democrático, la consulta con partes clave y el respeto de las libertades y derechos protegidos en Hong Kong representarían la mejor manera de proceder con la adopción de la legislación de seguridad nacional», indicó el alto representante comunitario para la Política Exterior, Josep Borrell, en una declaración en nombre de los Veintisiete.
Recordó que así se contempla en el artículo 23 de la Ley Básica, y agregó que se debe mantener la autonomía de Hong Kong y el principio de «un país, dos sistemas».
Borrell aseguró que la UE tiene «fuerte interés en la estabilidad y prosperidad continuadas de Hong Kong» bajo el principio de «un país, dos sistemas», y que concede gran importancia a la preservación del alto grado de autonomía de Hong Kong, «en línea con la Ley Básica y los compromisos internacionales, así como con el respeto a ese principio».
El artículo 23 de la Ley Básica de Hong Kong establece que la ciudad debe dotarse de legislación de seguridad en línea de lo esbozado por Pekín, lo que hasta ahora no ha prosperado porque siempre ha resultado extremadamente polémica entre la población hongkonesa por miedo a que se tradujera en un recorte de las libertades de las que gozan.
Por último, Borrell aseguró que la UE continuará «siguiendo de cerca los acontecimientos».
La nueva norma que está estudiando Pekín prohibirá «cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión» contra el Gobierno central, además del «robo de secretos de Estado y la organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras».
Hong Kong regresó a manos de China en 1997 tras siglo y medio de dominación británica, después de que Londres y Pekín firmaran en 1984 una declaración conjunta por la que el Reino Unido renunció a su última colonia asiática.
El pacto estableció el mantenimiento durante 50 años de una serie de libertades en ese territorio que no están garantizadas en la China continental.