La UE no descarta sancionar a Maduro si convoca proceso para Constituyente
EFE
La alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, dejó claro este lunes que la posibilidad de aplicar sanciones al Gobierno de Venezuela está «sobre la mesa», como solicitaba España, si el presidente, Nicolás Maduro, convoca una Asamblea Constituyente.
«Obviamente siempre están todas las opciones sobre la mesa para su consideración política», indicó Mogherini en una rueda de prensa al término de un Consejo de ministros de Exteriores de la UE en el que el ministro español, Alfonso Dastis, aludió a la posibilidad de examinar sanciones específicas, individuales y selectivas ante un punto de «difícil retorno» como sería un referendo constituyente.
Aunque la situación en Venezuela no formaba parte de la agenda de este Consejo, Mogherini se refirió a ella y expresó su preocupación por la violencia en el país y ante el hecho de que muchos europeos con doble nacionalidad viven allí.
«Creemos que sería útil si el Gobierno (venezolano) buscase gestos políticos para desescalar las tensiones, crear mejores condiciones para reanudar el trabajo hacia una solución pacífica negociada y suspender el proceso de hacer una Asamblea Constituyente», indicó.
Pidió utilizar «sabiamente» el tiempo de cara a las elecciones de la Constituyente, previstas para el próximo 30 de julio, para «buscar la unidad del país y evitar cualquier otra escalada».
Mogherini dijo sobre el resultado de la consulta popular organizada el domingo por la oposición venezolana que «muestra que hay una voluntad del pueblo de Venezuela de tener una solución pacífica urgente a sus dificultades».
«Convocar esa Asamblea corre el riesgo de polarizar más el país y de incrementar la confrontación», enfatizó.
Por otra parte, Mogherini destacó la importancia de que los países de la región «acompañen» la búsqueda de una salida a la crisis «con, por ejemplo, la creación de un grupo de amigos aceptado por ambos, el Gobierno y la oposición».
Los ministros de Exteriores comunitarios también acordaron hoy estudiar posibles nuevas sanciones contra Corea del Norte tras el lanzamiento el 4 de julio de su primer misil intercontinental.
Recordaron que el mecanismo de sanciones de la UE a Pyongyang se encuentra entre los más restrictivos del mundo y pidieron a los Estados mantener la vigilancia ante los intentos del régimen norcoreano de recaudar monedas fuertes como el euro y el dólar para financiar sus programas nucleares y de misiles balísticos.
Mientras ministros como el británico Boris Johnson reclamaron incrementar la presión a China para lograr avances del régimen comunista de Pyongyang, Mogherini indicó que hasta ahora ha visto un esfuerzo «sincero» de Pekín por solventar las tensiones en la península de Corea.
El Consejo trató además la crisis política en Libia y el problema de la inmigración irregular derivado de ella.
En un nuevo paso por tratar de frenar a las mafias migratorias, los ministros aprobaron restringir la exportación de botes hinchables y motores fueraborda a ese país que sean susceptibles de ser utilizados por los traficantes de seres humanos.
También dijeron estar dispuestos a actuar contra los responsables de graves abusos de los derechos humanos y aseguraron que estudiarán la ampliación de medidas restrictivas contra los traficantes.
El Consejo acordó asimismo ampliar hasta fin de 2018 su misión EUBAM Libia, que proporciona asistencia para gestionar sus fronteras y en los ámbitos del cumplimiento de la ley y la justicia criminal.
En cambio, no llegó a renovar el mandato de la misión naval EUNavfor Med «Sofía», que opera en el Mediterráneo central contra las mafias migratorias y que además forma a guardacostas libios y ayuda a cumplir el embargo de armas decretado por la ONU a Libia.
El Consejo indicó en todo caso que la renovación de ese mandato, que expira a finales de julio, será decidida «pronto».
Mogherini dijo que «Sofía» ya ha entrenado a 113 guardacostas libios y que espera formar a otros 75 para septiembre.
«Nos pone en buena posición para tener un control directo de lo que los guardacostas libios pueden hacer en las aguas territoriales libias. El objetivo no es que la UE esté en esas aguas, sino que se haga el trabajo de forma adecuada», comentó.