La UE fija condiciones al diálogo con los talibanes y estudia volver a Kabul
EFE
La Unión Europea impuso este viernes condiciones para dialogar con los talibanes -como el respeto a los derechos humanos o evitar que Afganistán se convierta en refugio de terroristas- y se plantea tener presencia en Kabul para comprobar que se cumplen sus requisitos y continuar las evacuaciones.
«Sabemos perfectamente que los talibanes se enfrentan a escasez de liquidez, no solo para pagar salarios, sino para pagar cualquier cosa», dijo el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, al término de la reunión que celebraron ayer y hoy en Eslovenia los ministros de Exteriores europeos.
Instituciones financieras como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional han parado los desembolsos a los nuevos líderes afganos y la UE también ha congelado la ayuda al desarrollo.
«El nuevo gobierno afgano tendrá que lidiar con ello y estamos dispuestos a ayudar con condiciones», explicó Borrell.
CONDICIONES
La UE pide a los talibanes que Afganistán no se convierta en un refugio de terroristas; que respete los derechos humanos, especialmente los de las mujeres; que formen un gobierno «inclusivo»; que respeten la libertad de prensa y que garanticen el acceso de la ayuda humanitaria, explicó el exministro español.
«Algunos dirán que los talibanes no cumplirán las condiciones. Veremos», comentó el alto representante y añadió que el contacto con los insurgentes se «incrementará, dependiendo del comportamiento de este gobierno».
PRESENCIA EN KABUL
Los Veintisiete se plantean negociar con los talibanes desde un punto de vista «operacional», explicó Borrell, porque «tenemos que discutir asuntos importantes, el primero y más acuciante es cómo vamos a evacuar a los varios cientos o miles de personas que nos hubiera gustado evacuar por vía aérea».
Por eso, añadió, la UE se plantea tener una presencia en Kabul porque «es mucho más fácil hablar con alguien que está en la misma ciudad que a través de videoconferencia».
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, explicó a EFE que «no estaríamos hablando de una Embajada», sino que la idea es poder abrir una «oficina».
«Los Estados miembros no van a reabrir mañana las embajadas, nosotros no vamos a reabrir una delegación con un jefe de delegación como si no hubiera pasado nada», se pronunció el alto representante en la misma línea, subrayando que esa posible presencia «no es el primer paso hacia el reconocimiento» de un gobierno talibán.
Fuentes europeas explicaron a EFE que la estancia en Afganistán «podría ser a nivel técnico o humanitario».
LA ALTERNATIVA DE DOHA
No obstante, la UE tendrá presencia en Kabul si «se puede trabajar con seguridad», explicó el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, puntualizando que «al menos a corto plazo no se ve como algo que pueda llevarse a cabo».
En ese caso, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que coordinaría la labor de los Estados miembros que quieran participar, trasladaría su presencia a Doha, «que es el lugar más cercano desde el punto de vista de contactar con el gobierno afgano», dijo el alto representante.
«Todavía hay un aspecto de incertidumbre. Lo que no varía es la voluntad y el objetivo: no dejar a nadie atrás», apuntó Albares a EFE.
Borrell dijo también que más allá del contacto con los talibanes, la UE iniciará una «plataforma política regional de cooperación» con los países vecinos de Afganistán y entre sus objetivos estará el de la gestión de los flujos migratorios desde Afganistán, la prevención de la «propagación de terrorismo» y luchar contra el crimen organizado.
Una labor que los países de la UE coordinarán con Estados Unidos.