La UE aplica la Ley Magnitsky contra Rusia por condena a Navalni
EFE
La condena de Rusia al opositor Alexéi Navalni llevó este 22 de febrero a la Unión Europea a estrenar contra Moscú su nuevo régimen de sanciones por las violaciones de los derechos humanos, que emula a la Ley Magnitsky de Estados Unidos.
Tras el viaje a Rusia del alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, los ministros de Exteriores de los Veintisiete le pidieron este lunes que presente una lista de personas directamente relacionadas con la condena de Navalni, que según dijo el dirigente español, podría estar aprobada la semana que viene.
«Hay una evaluación compartida en el Consejo de que Rusia está derivando en un Estado autoritario y se está alejando de la UE. De forma unánime, los ministros interpretaron las recientes acciones de Rusia como una clara señal de que no está interesada en comprometerse con la UE», dijo Borrell para justificar las sanciones contra Moscú.
Además, Borrell se basó en esa unanimidad para celebrar que ningún ministro censurase hoy su viaje a Rusia, tras las críticas surgidas las semanas anteriores sobre la idoneidad de la visita tras la condena a Navalni, en las que 81 eurodiputados llegaron a pedir su dimisión.
«La actuación rusa ha provocado que la UE cerrara filas. Sí, se puede decir así», comentó Borrell.
«A lo mejor, sin lo que ocurrió en Moscú no hubiera habido hoy unanimidad en materia de sanciones por el caso Navalni», continuó.
Según explicó el ministro de Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, el consenso entre los jefes europeos de la diplomacia se alcanzó «rápidamente».
«Todo el mundo apoyó la idea» de que «la UE en su conjunto no está preparada y nunca estará preparada para aceptar este tipo de planteamiento sobre los derechos humanos y la sociedad civil», que tiene el Kremlin.
Las sanciones consistirán en prohibir la entrada al territorio comunitario a las personas que se incluyan en la lista y la congelación de los bienes y los activos que tengan en la UE.
VÍNCULO CON NAVALNI
Incluirá únicamente a personas relacionadas con el caso Navalni, para evitar que el Tribunal de Justicia de la UE pueda declarar ilegal el castigo, en caso de que no hubiera suficiente base jurídica para justificar las medidas restrictivas.
«Si no existe un vínculo que podamos probar ante el tribunal, no lo podemos utilizar. Así funciona el Estado de Derecho», dijo Borrell.
Serán las terceras sanciones que los Veintisiete aprueben contra Rusia, tras las adoptadas por la anexión de Crimea y la guerra en el este de Ucrania y por el envenenamiento de Navalni.
BLINKEN
Sobre las sanciones a Rusia hablaron los ministros con el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en una conversación telemática, y el nuevo jefe de la diplomacia en Washington apoyó la decisión.
Según su portavoz, Ned Price, el secretario de Estado celebró la decisión de la UE de imponer sanciones contra Rusia bajo el nuevo régimen de sanciones de derechos humanos, en respuesta a las acciones llevadas a cabo contra Alexéi Navalni y sus simpatizantes.
DIÁLOGO
No obstante, Borrell defendió que la relación de la UE con el Gobierno ruso debe basarse en tres pilares: «El retroceso, la contención y el compromiso».
«El retroceso, cuando Rusia incumple el derecho internacional y los derechos humanos. La contención, cuando intenta aumentar su presión sobre nosotros, incluyendo la desinformación y los ciberataques. Y el compromiso, en temas sobre los que tenemos un interés en hacerlo», dijo.
Un compromiso que también defendieron la ministra de Exteriores de España, Arancha González Laya, o el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas.
Ambos apostaron por mantener el diálogo con Moscú en temas como el cambio climático, la lucha contra la pandemia o el acuerdo nuclear iraní.
La relación de la UE con Rusia centrará parte de la cumbre que celebrarán en marzo los jefes de Estado o de Gobierno de la UE.