La tensión social baja en Chile a la espera de nuevas movilizaciones
EFE
Las protestas callejeras bajaron de intensidad este fin de semana en Chile después de quince días de agitación constante, aunque se han convocado nuevas movilizaciones para las próximas jornadas mientras el Gobierno mide aún el impacto de sus medidas para solucionar la crisis.
Las manifestaciones multitudinarias dieron paso a otras instancias de participación ciudadana y actividades culturales para mantener la efervescencia del movimiento de protesta que estalló el 18 de octubre.
En los barrios de muchas ciudades chilenas se celebraron cabildos ciudadanos en los que se debatieron ideas y proyectos para construir un país sobre unas nuevas bases sociales, políticas y económicas, lejos del modelo neoliberal que, argumentan, provocó la desigualdad y las injusticias que están detrás del descontento social.
Una de las actividades más multitudinarias fue una concentración de ciclistas que se citaron en el centro de Santiago este domingo con el objetivo de protestar contra el manejo de la crisis del presidente Sebastián Piñera.
Miles de ciclistas recorrieron la capital para finalizar su recorrido en el sector donde se encuentra la residencia del mandatario, en el acomodado barrio de Las Condes.
Un fuerte dispositivo policial impidió que los ciclistas se acercaran al domicilio de Piñera y los obligó a permanecer en una calle adyacente.
La actividad de protestas fue pacífica, aunque vigilada de cerca por helicópteros de Carabineros y carros de agentes antidisturbios.
En otras partes de la capital se celebraron actividades culturales pensadas para disfrutar en familia. En el barrio Franklin, por ejemplo, se realizó un concierto de cueca, el baile tradicional chileno, bajo el lema «Cuecazo por la paz y la justicia social».
INCIDENTES PESE A LA CALMA
Pese a la aparente calma que se respiraba en el país, la Subsecretaría del Interior difundió un balance este domingo en el que indicó que durante las últimas horas se registraron 16 «eventos graves» de orden público, con 99 personas detenidas, tres civiles heridos y diez agentes de las fuerzas de seguridad lesionados.
Entre los principales incidentes destacaron nuevos saqueos de supermercados en Valparaíso y el incendio de una oficina de un diputado conservador en Cañete, en la sureña región del Biobío.
La violencia que emplearon los agentes de policía y las Fuerzas Armadas para mantener el orden público, especialmente durante la primera semana, cuando se decretó estado de excepción en buena parte del país, sigue en el centro del debate público.
La Fiscalía tiene abiertas hasta el momento 840 investigaciones penales en todo el país por denuncias de violencia institucional e investiga 23 muertes ocurridas en el contexto del estado de excepción.
Por su parte, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha presentado hasta ahora 179 acciones judiciales, entre ellas 5 por homicidios presuntamente cometidos a manos de agentes del Estado para reprimir las protestas.
La nueva portavoz del Ejecutivo, Karla Rubilar, desligó al presidente Piñera de los casos de abusos policiales y aseguró que no tuvo «ninguna» responsabilidad en esos atropellos
«La línea del presidente es extremadamente clara: respeto irrestricto en materia de derechos humanos», apuntó Rubilar en una entrevista con el diario La Tercera.
NUEVAS CONVOCATORIAS
Con el inicio de una nueva semana se esperan este lunes nuevas movilizaciones y manifestaciones. Algunos grupos están llamando a través de las redes sociales a paralizar la capital este lunes por la mañana colapsando las principales avenidas de la ciudad.
Y por la tarde se ha convocado una nueva manifestación en la Plaza Italia, epicentro de las protestas del estallido social chileno.
Por su parte, la a Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), el principal sindicato de funcionarios, llamó a sus bases a realizar un «paro nacional progresivo» en la administración pública a partir del lunes.
EL DEBATE CONSTITUCIONAL ENTRA EN JUEGO
En el plano político, la agenda social anunciada por Piñera para aplacar la crisis ha tenido una recepción muy tibia entre la ciudadanía y el debate sobre la necesidad de elaborar una nueva Constitución ha ganado peso con el paso de los días.
La Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados tiene programada para este lunes una larga sesión para debatir sobre los mecanismos que existen para redactar una Carta Magna que reemplace la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
La oposición de centroizquierda está empujando con fuerza en esa dirección, mientras que el oficialismo lo ve con escepticismo aunque cada vez hay más voces que se inclinan por debatirlo.