La temperatura de la casa en la que te criaste puede afectarte toda la vida - 800Noticias
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Dicen que los niños son esponjas que aprenden y copian todo lo que les rodea. Eso incluye tanto buenos como malos hábitos. Por ejemplo, un niño cuyos padres leen a diario se aficionará más fácilmente a la lectura. Uno que ve que sus padres pasan muchísimas horas delante de la televisión posiblemente acabe desarrollando esa misma costumbre. Pero no se trata solo de cuestiones de hábitos de ocio. La propia temperatura del hogar en el que crecen los niños les influye durante el resto de su vida.

Es la conclusión de un estudio publicado recientemente en PLOS Climate de la mano de un equipo internacional de científicos. En él han participado 2.128 estadounidenses, a los que se ha pedido que contesten a una encuesta sobre los hábitos energéticos de sus padres y los suyos en su vida adulta.

De este modo, se ha visto que la temperatura del hogar suele ser la misma en la infancia que en la edad adulta, incluso si los participantes se habían mudado a una ciudad con un clima muy diferente. Es importante tener esto en cuenta, ya que el ahorro energético es muy importante. No solo para reducir la factura de la luz. También para reducir el consumo de combustibles fósiles. Es muy importante saber todos los factores que influyen en que una persona gaste más o menos energía y hasta ahora no se habían tenido en cuenta los hábitos de la familia en la que se criaron.

La temperatura del hogar es determinante

Al analizar los resultados de las encuestas se compararon las respuestas de personas que vivían en un mismo clima. Por ejemplo, había participantes que vivían en ciudades muy frías, pero se habían criado en hogares cálidos, mientras que otros que vivían en las mismas ciudades venían de familias que mantenían la temperatura de casa mucho más fría.

Si bien la temperatura externa es la misma en ambos grupos, los que se habían criado con una temperatura del hogar cálida tendían a mantener el termostato de su casa más alto. Al contrario, los que venían de hogares fríos mantenían esa misma temperatura dentro de casa, a pesar del frío que hace fuera.

Ocurrió lo mismo al comparar a personas que viven en ciudades cálidas. De hecho, un dato muy curioso fue que aquellos que venían de lugares tan cálidos como Florida tendían a usar más el aire acondicionado que la calefacción. ¡Incluso en invierno!

Los factores que influyen y los que no

Al separar todos estos datos por parámetros como los ingresos familiares, la movilidad geográfica, el nivel de educación o la etnia, los resultados se mantuvieron. Pero sí que hubo un factor que influyó notablemente.

Aquellos que se sentían unidos a su comunidad y su familia solían mantener la misma temperatura en el hogar por muy lejos que se mudasen. En cambio, los que tenían una menor sensación de pertenencia al lugar del que vienen no se vieron tan influenciados por cómo regulaban el termostato de casa cuando eran pequeños.

Lógicamente, el hecho de que solo se haya encuestado a estadounidenses reduce mucho la aplicabilidad del estudio. Por eso, sería interesante comprobar si los resultados son los mismos en otras partes del mundo. Podría sospecharse que sí, pero es importante comprobarlo.

Con información de Hipertextual

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