La Sala Mendoza se viste de «reflexiones francamente humanas»
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El ser humano como una figura que acumula, la necesidad de refugio y de dar orden al caos visten la Sala Mendoza en los espacios de la Unimet para mostrar, desde las expresiones artísticas, «reflexiones francamente humanas».
Los venezolanos Ángel D. Leiva (Maracaibo, 1983), Analy Trejo (Mérida, 1986) y Ana Mosquera (Caracas, 1983) fueron los artistas seleccionados para mostrar sus obras en la galería, como parte del Premio Eugenio Mendoza #16.
PP (Vicios y vacíos)
Las primeras obras con las que el público se encontrará son de Ángel D. Leiva, quien con PP (Vicios y vacíos) busca cuestionar lo que es el consumo y mostrar a su vez lo que es la precariedad y la ruina.
El artista explicó durante un recorrido que su obra no es ecológica, pero si tiene el objetivo de hacer ver al espectador que si sus piezas fueron un proceso creado en tan solo dos meses a partir de la acumulación, entonces ¿cuánto podría acumular un solo ser humano en toda su vida?
«A través del caos he aprendido a aceptar la imperfección y trato de mostrar eso. El desapego de lo material, la obsesión de la percepción, es una catarsis de muchas percepciones», expresó.
Sobre el nombre de la muestra señaló que PP son iniciales, «lo que es aleatorio, también es un juego de palabras, a pesar de que no hay estas en las obras se dice que el arte comunica, me interesa demostrar que el arte es útil».
Haunted, el lugar más bello que existe
La necesidad de pertenecer a un lugar, de arraigo, son parte del segundo conjunto de obras en la Sala Mendoza.
Analy Trejo, artista merideña, explicó que “se trata del hecho de la vulnerabilidad de la vida humana”, haciendo referencia en el momento actual y como la pandemia había cambiado la cotidianidad de forma global, pero también “la necesidad de refugio que es un sentimiento muy humano, primitivo, para poder estar y relacionarse con el mundo y soportar su peso”.
Toda la muestra e instalación en la sala se conectan, según mencionó.
Las piezas “son un diálogo entre lo interno y externo, el lugar que nos define”, agregó la artista.
En la sala también hay a disponibilidad del público un video que hace conjunto con una de las piezas, para que el espectador pueda apreciar los colores y el movimiento.
Tierras raras
La tercera muestra que el público verá está ubicada al subir las escaleras de la galería.
En esta oportunidad, la artista Ana Mosquera hace uso de herramientas tecnológicas para mostrar su arte. A partir de un código QR el público podrá observar flotadores virtuales y videos que se desmaterializan en su imposibilidad física de estar, para optar por una representación digital que habla de una historia migratoria tanto propia como global.