La Sábana Santa: ¿Reliquia histórica o falsificación?
800 Noticias | Foto: referencial
Estas fechas pueden suponer un buen momento para visitar la Sábana Santa, ubicada en la Capilla Real del Duomo de la Catedral de San Juan Bautista de Turín (Italia). Supuestamente, este es el sudario con el que se envolvió el cuerpo de Cristo tras su muerte. Hoy en día no tiene tanta fama, pues muchas personas consideran que se trata de una falsificación. ¿Pero qué dice la ciencia al respecto?
Se han realizado varios estudios científicos en torno a la Sábana Santa. Los hay que analizan los restos genéticos presentes en ella. Y también, como es lógico, algunos en los que se utiliza la datación por radiocarbono para comprobar su antigüedad. Fue precisamente esta datación la que en la década de 1980 señaló que la sábana debió confeccionarse entre 1250 y 1390. Esto no tendría ningún sentido, pues, de ser realmente el sudario del Mesías, debió confeccionarse, como mucho, en el año 33 después de Cristo.
Pero son precisamente otros estudios científicos los que, en combinación con la mismísima Biblia, han logrado describir en los últimos años una hipótesis por las que la Sábana Santa sí podría ser real. Es difícil saberlo con certeza, pero quizás ese sea el motivo por el que, a pesar de todo, siga siendo tan interesante.
La historia de la Sábana Santa
Supuestamente, la Sábana Santa es un sudario con el que se envolvió el cuerpo de Jesucristo tras su muerte. No se sabe a ciencia cierta qué ocurrió con él en los siglos posteriores. Solo que en el año 1353 apareció en una iglesia de la localidad francesa de Lirey, cubierta por antiguas manchas de sangre y la silueta ennegrecida del cuerpo de un hombre.
¿Era ese el cuerpo de Cristo? ¿Cómo había llegado su silueta hasta allí? Unas décadas más tarde, en 1389, el obispo Pierre d’Arcis escribió una carta al Papa denunciando que la Sábana Santa no era otra cosa que un fraude. En ella aseguraba que había conseguido la confesión del falsificador que había pintado a mano la silueta de Cristo, pero en ningún momento mencionó su nombre. A día de hoy, no se sabe a quién hacía referencia ni si la confesión de la que hablaba fue real.
Desde entonces la Sábana Santa ha viajado por todo el mundo, adorada por sus defensores y repudiada por los detractores que aseguran que es una falsificación.
El misterio pareció esclarecerse en 1989, cuando la datación por radiocarbono concluyó que la sábana de lino se tejió poco antes de encontrarse en Francia. Posiblemente se trataba de una falsificación con la que alguien debió lucrarse mucho durante la edad media. Pero los defensores de la veracidad de la historia del sudario no estuvieron de acuerdo y apuntaron que la tela podría tener remiendos más modernos.
Desde entonces se han realizado otros muchos estudios, con los que se ha concluido que, si bien lo más probable es la falsificación, no es algo que pueda asegurarse por completo, pues sí que hay hipótesis sobre su autenticidad que podrían ser apoyadas por la ciencia.